Y YA VOLVÍ!!!!!!!!! AQUI LES DEJO EL CAPI NUMERO X COMPLETO
DISFRUTENLO.
PREOCUPADOS.
De la impresión me quedé plantada en mi lugar. No podía ser cierto lo que había pasado. Se me hacía muy extraño que Renesmee, una niña semi vampiro, se hubiera desmayado.
Mi hija nunca se había sentido mal, ni siquiera un simple dolor de cabeza o un pequeño resfriado; nada. Ella siempre ha sido la niña más sana que existe.
Salí de mi engarrotamiento y me eche a correr hacía Edward.
Cuando llegué junto a él, me di cuenta que estaba de rodillas acomodando a Renesmee en una posición más cómoda que en la que se encontraba, acostándola boca arriba sobre el mullido pasto que cubría el suelo. Después empezó a tomarle el pulso.
-¿Edward?, ¿Edward que tiene nuestra hija?- pregunté con gran preocupación, arrodillándome a su lado. Podía escuchar el latir del corazón de Nessie bum…………..bum…………….bum, ese sonido me ponía muy nerviosa, ya que su corazón siempre se escuchaba igual al aleteo de un colibrí, y escuchar el trabajo que le costaba hacerlo latir hacia que se me pusieran los pelos de punta.-No lo sé Bella, será mejor que traigas a Carlisle- me sugirió con la voz endurecida por la angustia que sentía. Me levanté de un salto y corrí a la puerta de cristal, pero en ese momento Alice, Carlisle y Rosalie salieron precipitadamente de la casa, tanto que casi choco con Carlisle.
-¿Bella, que pasa?- inquirió sujetándome de los hombros.
-No lo sé Carlisle, solo vimos que Nessie se desmayó eso es todo- explique entre sollozos. Mis ojos me picaban terriblemente.
-Tranquila Bella, todo va a estar bien- me prometió Alice abrazándome.
Los cinco estábamos alrededor de Renesmee. Alice, Rosalie y yo estábamos de pie mientras Carlisle y Edward revisaban los signos vitales de mi niña.
-Edward, ¿puedes ver algo en su mente?- preguntó Carlisle con seriedad, tomando el pulso de Renesmee por enésima vez.
-No, no puedo ver nada, solo una gran negrura; es como si estuviera sumida en el abismo- Edward sonaba muy ansioso y su rostro también lo reflejaba cuando fruncía el ceño intentando concentrarse al máximo- ¿Eso es malo Carlisle?
-No lo sé hijo, tal vez sí- admitió Carlisle dándole unas palmaditas en la espalda –Pero lo que más me preocupa es su corazón, late muy despacio- el mundo se me estaba desmoronando al escuchar esas palabras. No podía y no quería creer que mi hija estaba muriendo.
-Sería mejor que la lleváramos adentro ¿no crees Carlisle?- señaló Rosalie con un toque de preocupación en su voz. Para ella, Nessie representaba la hija que nunca pudo tener.
-Sí, tenemos que recostarla en una cama para que pueda revisarla mejor y poder dar un diagnostico.
-Espera Carlisle, no podemos entrar con Nessie en ese estado; la casa esta repleta de personas y podrían asustarse si la ven así- apuntó Alice señalando a Renesmee.
-Tienes razón Alice, pero que otra cosa podemos hacer-repuso Carlisle mirando a Alice.Levanté la mirada hacia el cielo, como si la respuesta estuviera ahí. Y en realidad si estaba.Vi las puertas abiertas de la terraza que Esme construyó en la antigua habitación de Edward, que ahora era de Nessie. Podíamos saltar hasta ahí arriba y recostarla en su cama.
-Edward- lo llamé sin quitar la vista de las puertas abiertas.
-¿Qué pa…- empezó a preguntar siguiendo la dirección de mi mirada. Los demás lo
imitaron.
-Podemos llevarla saltando hasta su habitación- dijo Alice levantando un poco las comisuras de sus labios.
-Sí, es la mejor opción que tenemos- concedió Carlisle.-Edward levántala con mucho cuidado, no estoy seguro de que tenga alguna lesión interna pero no queremos que se lastime.
Edward asintió y con el mayor cuidado posible, tomó a Nessie en sus brazos, pasando un brazo por las rodillas y el otro por el cuello, evitando que se lastimara.
-Con cuidado Edward- le pedí acariciando la frente de mi pequeña y dándole un beso en la coronilla.
El dolor y preocupación crispaban las bellas facciones del rostro de Edward. Dio unos cuantos pasos hasta situarse justo debajo del balcón y con la gracia de un felino saltó hacía arriba, cayendo con suavidad en la recamara de Nessie. Los perdí de vista en cuanto traspasaron las cortinas.
-Vamos Bella- dijo Alice tomándome del brazo y jalándome hacia la
casa.
En el momento que entramos, el aroma de la comida me impactó y no pude evitar arrugar la nariz.La mayoría de los invitados estaban sentados en sus mesas, mientras que algunos iban y venían de las mesas vecinas, mientras los meseros iban sirviendo el “exquisito” banquete que Alice ordenó para ese día.
Me quedé sorprendida al ver a cuatros amigos vampiros (las Denali, Las Amazonas Nahuel y Huilen) tragar valientemente las diminutas porciones de comida que tenían en sus respectivos platos. Me hubieran resultado muy graciosos los
gestos que hacían cuando se metían la comida a la boca, de no ser porque estaba
muy preocupada por mi hija.
Pude escuchar pequeñas fracciones de algunas
conversaciones que se llevaban a cabo en el salón; como a Ángela y Jessica
hablar del comportamiento que Seth tenía con mi amiga y a él contándole a Sam y
a los demás chicos sobre su imprimación.
Menos mal que nadie se había percatado de nuestra ausencia. Todo estaba tal y como lo dejamos antes de salir; excepto porque Jacob y Leah ya no estaban aquí.
Voltee a ver a Sue y me di cuenta que a pesar de la felicidad que sentía por haberse casado con mi padre, una ligera cantidad de dolor cruzaba por su mirada. Seguro Seth ya le había contado todo lo que pasó entre Leah y Renesmee.
En cuanto Seth nos vio, inmediatamente fue a nuestro lado y con gran preocupación preguntó.
-¿Qué te pasa Bella? ¿Por qué traes esa cara?
¿Tanto se me notaba la preocupación?
Intenté controlar mi expresión, respirando un par de veces. Eso siempre funcionaba.
-Bella,¿ que pasa por que tienen esa cara?- insistió mirándonos a los cuatro- ¿En donde están Edward y Nessie?- agregó estirando el cuello viendo si estaban afuera.
Cuando pronunció el nombre de mi hija sentí una punzada en mi inmóvil corazón, el simple nombramiento de ella me hacía sentir peor de lo que ya estaba. Hice una mueca de dolor.
-¿Bella?- la ansiedad en la voz de Seth era evidente.
Quería contestarle pero no encontraba mi voz por ningún lado. Pasaron unos segundos, y al ver que no contestaba Carlisle decidió hablar.
-Nessie, se desmayó- contestó al fin.
Seth abrió los ojos desmesuradamente y después hizo cara de
espanto.
-¿Qué? ¿Nessie? ¿Desmayada? ¿En verdad?- decía completamente sorprendido.
-¿Estas sordo o que, perro? Sí, Nessie se desmayo- contestó Rosalie con brusquedad.
-Hey cálmate Barbie, Jake porque es un tonto pero a mí no me vas a hablar así- aclaró Seth mirando a Rosalie.
-Chicos basta- ordenó Carlisle- No es el momento de peleas, tengo que ir a revisar a Nessie ¿vienes Bella?- me preguntó estirando su mano. Ni siquiera tenía que preguntarlo, era lógico que diría que si. Asentí en cuanto terminó de formular la pregunta.
-Seth, llama a Jacob por favor- le pedí en cuanto encontré mi voz. Sonaba como si estuviera sin vida, vacía, como si una parte de mí estuviera sumida en el mismo abismo que mi Nessie.
-Por supuesto que sí Bella yo le llamo- me aseguró y después me abrazó- Todo va a estar bien, no te preocupes hermanita- esto último me hizo sentir mucho mejor. Le di un beso en la mejilla y le dediqué una pequeña sonrisa forzada, antes de tomar
la mano de Carlisle.
-Rose, Alice, informen a los demás lo que pasó con Renesmee –ambas asintieron e inmediatamente se fueron a la mesa donde se encontraban Esme, Emmett y Jasper.
-Vamos Bella- dijo Carlisle rodeando mis hombro.
Atravesamos el salón a velocidad humana-como odiaba hacerlo en este momento- intentando mantener mi expresión relajada. Subimos las escaleras y llegamos frente a la habitación de Renesmee.
Al entrar no pude evitar empezar a sollozar en cuanto vi que mi niña estaba conectada a muchos aparatos médicos. Su habitación se había convertido en un cuarto de hospital.Edward le coloco una intravenosa que entraba por su dorso y por ella corría algo que supuse era suero. Unos tubos traslucidos se enroscaban en sus brazos y debajo de su nariz colocando un respirador.
El indicador del holter medía los latidos de su corazón. Cuando lo escuché sentía que me moría. Los latidos eran lentos, notaba el trabajo que le costaba. Su respiración era forzada y entrecortadazas. El rostro de Edward se veía demacrado y agonizante. En cuanto nuestras miradas se encontraron, me abalancé contra su pecho.
Mientras sollozaba en sus brazos, él me acariciaba la espalda y me decía que todo iba a estar bien. inmediatamente, Carlisle empezó a revisar a Nessie.
Edward y yo nos acercamos hasta quedar junto a su cama. Él rodeaba mis hombros con su brazo.Los minutos iban pasando y a mí se me hacían eternos, nunca me había importado el
tiempo pero en estas circunstancias eso era lo que mas me importaba, el tiempo.
¿Cuánto tiempo más le quedaba a mi niña? Mi paciencia llegó a su límite en el
momento que pensé en esa horrible idea.
-¿Carlisle, que tiene?-pregunté en voz baja
-No lo sé Bella….
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no sabes?! Dios, Carlisle eres medico- le grité desesperada soltándome de Edward.
-Amor, tranquila- me susurró Edward volviéndome a abrazar.
¿Tranquila? Como podía estarlo al ver a mi hija inconsciente y conectada a esos aparatos.
-No puedo Edward, no cuando Nessie se está…..- me silenció con un beso.
ÉL no quería pensar que Nessie estaba…..
¡NO! Yo tampoco podía hacerlo no debía pensar en eso.
-No vuelvas a decir eso Bella, ni siquiera te atrevas a pensarlo- dijo Edward muy
molesto.
Yo solo asentí. De nuevo no podía hablar. Me solté de Edward, me senté en una silla que estaba junto a la cama y empecé a acariciar el rostro inexpresivo de Renesmee. No soportaba verla así. No existía dolor humano-o vampiro-para describir el mío en este momento. Si a Nessie le pasaba algo, yo no podría soportarlo. Ella era mi vida, mi motor, mi razón de existir, la hermosa niña por la que luché con uñas y dientes en cuanto me enteré que la llevaba en mi vientre, la niña por la que estuve a punto de morir y moriría para salvarla si fuera necesario.-Edward, Bella- nos llamó Carlisle. No fue hasta ese momento que me di cuenta que Edward estaba arrodillado a mi lado y con su cabeza en mi regazo. Parecía un niño pequeño y vulnerable.
Se levanto cuando Carlisle nos llamó.
-¿Qué pasa Carlisle?- inquirió Edward preocupado.
-Nada, es solo que, quería sugerirles que bajaran para que nadie sospeche lo que…..
-No, no la voy a dejar- aseguré con firmeza.
-Bella por favor, necesito hacerle varios análisis para saber que tiene y ustedes no pueden hacer nada más que esperar. ¿Qué caso tiene que estén aquí torturándose?- me explicó con compasión y después me abrazó, no puede evitar regresarle el abrazo.Sus brazos eran calidos-al menos lo eran para mí-llenos de comprensión y ternura.
-Está bien Carlisle, nos iremos- asentí cuando por fin me soltó.
-Es lo mejor que pueden hacer, hija- aseguro dándome un tierno beso en la frente.
-Vamos- Edward me tomó de la mano y salimos de la habitación.
En cuanto lo hicimos, no pude evitar abrazarlo con fuerza y sollozar otra vez. El correspondió a mi abrazo hundiendo su rostro en mi cabello; pude sentir mi dolor y su dolor fundiéndose en uno solo.
Sentí cuando levantó su rostro, al igual que su dedo índice bajo mi barbilla, obligándome a ver sus hermosos ojos dorados. Me veía con preocupación y dolor. Lentamente se acercó a mí hasta que nuestros labios se encontraron en un tierno beso. Duró solo unos segundos, pero bastó para que me sintiera mejor.
-Edward, tengo miedo- admití con voz ahogada.
-Yo también mi amor, pero tenemos que ser fuertes por Nessie, ella nos necesita bien- dijo con voz dulce.
-Ya sé Edward, pero no puedo evitar sentirme así, tú mejor que nadie sabe lo que sufrí para tenerle y cuando la veo así me siento impotente, siento que en este momento ser un vampiro no sirve de nada- podía escuchar el toque de histeria que salía de mi voz.
-Bella, tranquilízate por favor, solo haces que me sienta más nervioso de lo que ya estoy- se quejó tomando mi rostro entre sus manos.
-Lo siento Edward, pero no puedo evitarlo- me justifiqué poniendo mi mano sobre una de las suyas.
-No te justifiques mi vida, se exactamente como te sientes, pero nosotros no podemos hacer nada salvo esperar, así que, ¿Qué te parece si bajamos y fingimos que nada ha pasado?, Y si alguien pregunta por Nessie le decimos que estaba cansada y se fue a dormir, ¿estas de acuerdo?- sugirió con una pequeña sonrisa.
-Edward no creo poder fingir que todo está bien, sabes lo poco que se me da mentir- repliqué.
-Ya lo sé amor, pero piensa en Charlie, no querrás preocuparlo ¿verdad?
-No, por supuesto que no- aseguré –Está bien bajemos. Peo antes dime como luzco- esperaba que me dijera que lucía como una piltrafa pero fue todo lo contrario.
-Luces tan encantadora y hermosa como siempre- afirmó con una dulce tierna sonrisa y un dulce beso.
-Gracias Edward, no se haría si no estuvieras conmigo- dije abrazándolo por la cintura y recargando mi cabeza en su pecho.
-Seguirías siendo la misma humana con la aburrida vida que tenías antes de conocerme- bromeo en un intento de distraerme. Reí un poco y aún así mi risa tenía un matiz de preocupación.
Edward volvió a besarme, primero en los labios y luego en la frente. De pronto Edward siseó.
-¿Qué pasa Edward? ¿Es Nessie?- pregunté con ansiedad y haciendo un ademán de regresar a la habitación.
-No, no es ella. Jacob regresó, está abajo bombardeando con preguntas a Seth y Alice, Y bueno, prácticamente me están gritando que bajemos a ayudarlos- anunció con un tono de irritabilidad en su voz.
-Edward, Jake no fue el culpable y lo sabes, así que no seas tan duro con él-le ordené.
-Yo no estoy muy convencido de eso –replicó molesto.
-Edward, por favor contrólate, pelear con Jacob no hará que Nessie despierte- le reproché empezando a enfadarme.
-Sí, tienes razón; vamos que ya no soporto los gritos de Alice- tomó mi mano y bajamos las escaleras a una velocidad normal.
Al llegar abajo nos encontramos con Alice, que a pesar de su pequeña estatura, le tapaba el paso a Jacob, parándose en medio con los brazos extendidos a los lados. Seth por su parte estaba a un lado de Alice, intentando detener a Jacob.
-No Jacob, no vas a pasar- dijo Alice con firmeza.
-Alice déjame hacerlo, necesito ver a mi Nessie- suplicaba Jake
-¿Tu Nessie?- siseo Edward tensándose – ¿Después de lo que le hiciste te atreves a llamarla así?
-Tranquilo Edward, este no es el lugar adecuado para que peleen, están volteando a vernos- repuso Alice con nerviosismo y volviéndose hacia su hermano.
Miré a mí alrededor. Alice tenía razón, las personas que estaban cerca de nosotros habían vuelto su vista a Edward y Jacob. En cuanto se dieron cuenta que los estaba observando, desviaron la mirada y se ruborizaron.
-Bella, dime como esta Nessie- me imploró Jacob cuando Alice se hizo a un lado.
-Ella esta bien Jacob, no tiene nada grave- mentí sintiendo como mi rostro se crispaba en una mueca de dolor y una gran punzada atravesaba mi pecho. Realmente esperaba que lo que dije fuera cierto y mi hija estuviera bien.
-Bella, antes no sabías mentir y ahora tampoco, así que dime la verdad, te conozco y se que algo anda mal- me atajó impaciente.
-El problema Jacob, es que no sabemos que le pasó, en este momento Carlisle le está haciendo una serie de análisis para saber que tiene- le explicó Edward con frialdad mientras lo fulminaba con la mirada.
-Fue mi culpa- aseguró Jake en voz casi inaudible.
-Si- coincidió Edward.
-No- lo contradije
-La culpa fue de mi hermana- murmuró Seth –Si no le hubiera dicho nada a Nessie, nada de esto estaría pasando- Seth sonaba triste y mortificado. Una lágrima resbaló por su mejilla.
-No Seth, no llores, ya verás que todo estará bien- le prometí abrazándolo –Y que quede bien claro que nadie fue el culpable de lo que pasó ¿de acuerdo?- protesté con el ceño fruncido.
Los cuatro asintieron a la vez.
-Bien, hay que seguir con la fiesta- anunció Alice sin una pizca de entusiasmo.
Tuvimos que continuar con la fiesta como si nada hubiera ocurrido. Tratando de poner nuestra perfecta mascara de de felicidad. Hasta ese momento no di cuenta que no había conversado con ningún invitado. Así que decidí ir a saludar a mis amigos del colegio. Tomé a Edward por la cintura y caminamos abrazados hasta ellos.-Que tal chicos- los saludé con falso entusiasmo-¿Están disfrutando de la fiesta? ¿Les hace falta algo?- pregunté intentando parecer interesada.-Hola Bella, Edward; no, estamos muy bien gracias- contestó Mike levantándose de su silla y estrechando la mano de Edward.-Hola Mike, ¿Cómo has estado?- inquirí cuando me dio un beso en la mejilla y me abrazó.-Muy bien, y a ti mejor no te pregunto ¿verdad?, veo lo bien que te a sentado estos años de matrimonio- dijo mirándome de arriba abajo con una horrible y asquerosa mirada de lujuria.
Una mirada que nunca había visto en Mike. Siempre supe que yo le gustaba y sus miradas habían sido naturales e incluso tiernas. Pero la verdadera razón por la que me veía de esa manera era porque la ultima vez que me vio yo seguía siendo una humana y ahora era una vampireza con una belleza inhumana.
-Oye Bella, no vas a creerlo- intervino Jessica haciéndose notar. Como siempre.
-¿Qué?- intenté parecer interesada.
-Mike y yo estamos casados- contestó mostrándome la sortija que llevaba puesta en su dedo corazón.
-Por desgracia-repuso Mike en voz muy baja. Nadie lo escuchó excepto Edward y yo.
Edward intentó cubrir su risa con un ataque de tos.
-¿Estas bien Edward?- preguntó Angela preocupada.
-Sí, no te preocupes- afirmó Edward con una sonrisa resplandeciente. Jessica se quedó mirando a Edward con la boca abierta. Tal parece que la había deslumbrado, y aunque la sonrisa estaba dirigida para Angela, ella al estar imprimada de Seth ya no reaccionaba a los encantos de mi esposo.
Pero a Lauren y a Jessica les pasaba todo lo contrario, porque me cuenta como se comían a Edward con los ojos. Y por la forma en que lo miraban pude imaginarme las fantasías que estaban produciéndose dentro de sus mentes.
Por un momento me sentí molesta con Jessica.
¡Dios, es tan descarada! ¡Y lo pero es que está casada con Mike! ¿Qué es tan difícil disimular un poco?
-Oye muchas felicidades- dije abrazándola -¿Hace cuanto que están casados?
-Hace un año y medio; fue cuando salimos de la universidad ¿Verdad Mike?- contestó Jessica tomando la mano de Mike.
-Sí, nos fuimos a festejar a Las Vegas y no se como fue que regresamos casados- reconoció Mike en voz baja y frunciendo el ceño. Jessica le dedico una mirada envenenada.
Edward volvió a toser en un intento de ocultar su risa.
-¿Y ustedes todavía siguen amándose como hace cinco años? ¿No se han aburrido?- preguntó Jessica de forma burlona.
Antes de que pudiera contestarle, Edward me puso frente a él y me besó como nunca antes lo había hecho. Era una deliciosa mezcla de amor, pasión, deseo y un toque de ternura. Su dulce aliento llenaba mi boca. Delinee su labio inferior con mi lengua, disfrutando del más de su sabor. No pude evitar enroscar mis brazos alrededor de su cuello y arquear mi espalda hacia atrás. Edward me tomó de la cintura, apretándome más a él y amoldándose a mi postura. Tenía que hacer un enorme esfuerzo por recordar que estábamos en público.
Dejó de besarme los labios y fue hacia el lóbulo de mi oreja, dándole unos muy leves mordiscos.
-Jessica piensa que eres presumida- susurro con voz picara junto a mi oreja. Me estremecí al sentir su tibio aliento recorrer mi cuello.
-Entonces que te parece si le presumo un pico más- propuse besando el hueco debajo de su mandíbula.
-Perfecto-tomó mi rostro casi con violencia y volvió a besarme apasionadamente.
-Hey chicos, paren antes de que incendien el lugar- exclamó Eric entre sonoras carcajadas.
Edward separó nuestros labios y acompaño las risas de Eric y Tyler.
-Que tal Edward- saldó Eric palmeando la espalda de Edward.
-¿Cómo has estado Eric?- respondió Edward con cortesía.
-Muy bien gracias; pero bueno tal parece que la tímida Isabella Swan que yo conocí ya no existe- bromeó dándome un abrazo y un beso en la mejilla.
-Hace casi seis años que dejó de ser Isabella Swan para convertirse a Isabella Cullen- recordó Edward con orgullo.
-Díganme Bella, por favor- rectifiqué con una sonrisa. Todos rieron.
-Sí, ya nos dimos cuenta que eres toda una Cullen- intervino Lauren con ironía, elevando su voz.
-¿Qué quieres decir con eso Lauren?- inquirió Tyler perplejo.
-Ay Tyler, lo que quiero decir es que..¡Dios! Estudia en una de las universidades más prestigiadas que existe, se viste y maquilla como una modelo y para colmo usa lentillas para tener el mismo color de ojos que ellos- respondió muy molesta.
Estuve a punto de echarme a reír por lo envidiosa y odiosa que sonaba.
-Me gusta más tu color natural- reconoció Mike un poco molesto. Al escucharlo, Jessica le dio un golpe en el abdomen. Mike solo hizo un gesto de dolor.
-Gracias Mike, pero como Lauren acaba de decir, yo quería parecer toda una Cullen- contesté mirando a Lauren y dedicándole la más falsa de mis sonrisas.
-Pero Bella, ¿Cuáles usas? Se ven muy reales, hasta parece que ese es tu color natural- dijo Jessica mirando detalladamente el color de mis ojos con el ceño ligeramente fruncido.
Me quedé sin palabras, no sabía que decir. Realmente no conocía ninguna marca de lentillas.
-Bueno…..yo en verdad no……..
-Desconocemos la marca porque Alice se los trajo de Francia- me salvó Edward.
-¡Ja! Usa lentillas traídas de Francia ¿pueden creerlo? – se señaló Lauren con creciente irritación.
-Lo que pasa contigo Lauren, es que sientes envidia de que Bella haya conseguido lo que ninguna de de ustedes dos pudo- protestó Angela señalando a Jessica y a Lauren mientras se paraba a mi lado con los brazos cruzados sobre su pecho.- Hola Edward- lo saludó.
-Hola Angela, me da mucho gusto verte- respondió dándole un pequeño beso en la mejilla.
-A mí también
-Bueno y según tú que es lo que no conseguimos- exigió Lauren. Jessica la miró confundida.
-Simple, casarse con Edward Cullen, el chico más cotizado de nuestra generación- apuntó entornando los ojos y sacudiendo la cabeza.
Le sonreí en modo de agradecimiento. Ella respondió con un guiño.
Jessica y Lauren se quedaron heladas, no podían creer que la callada Angela las hubiera puesto en su lugar. Todos empezamos a reírnos por las expresiones de sus rostros.
-Pues a mí me da gusto que se hayan casado, siempre me gustó la bonita pareja que hacían- comentó Angela con toda sinceridad cuando dejó de reirse.
-Sí, igual a mí, a pesar de que Bella me gustaba, siempre supe que ella estaba enamorada de Edward y él de ella, solo bastaba ver la manera en que se miraban para saber que se amaban- dijo Eric haciéndome recordar los primeros momentos que pasé con Edward. Aunque eran un poco borrosos, lograba verlos con nitidez. Sonreí para mis adentros.
-Y seguimos amándonos como el primer día- aseguró Edward ciñéndome más contra él.
-Oh sí, nos dimos cuenta- reconoció Mike con un toque de amargura en su voz- ¿Siempre son tan pasionales?- agregó un polo molesto y una pizca de celos.
-No puedes imaginarte que tan pasionales podemos llegar a ser- concedió Edward de forma burlona y con una sonrisa pícara.
Mike abrió mucho los ojos. Si hubiera podido mis mejillas se habrían ruborizado al máximo.
Edward hizo un gesto de repugnancia. Supuse que por algún horrible pensamiento de Mike.
-¿Y no tienen hijos?- preguntó Jessica con suspicacia.
Sentí una punzada de culpabilidad en mi pecho al darme cuenta que por un momento me había olvidado de Renesmee.
-Sí, adoptamos una niña- contesté con dificultad por no poder decirles que Nessie era mi hija biológica y no una niña adoptada. Pero eso era imposible.
-¡Ah sí! La huérfana que recogieron ¿verdad?, por cierto ¿Cómo se llama?- dijo Lauren de forma burlona.
-Vanessa, pero le decimos Nessie, y no es ninguna huerfana Lauren- repuso Edward con la voz endurecida.
-Bueno cuando los padres de una niña mueren ella pasa a ser una huerfana o no- masculló con tono inocente.
-Ella no es huerfana desde el momento que nos tiene a Edward y a mí- exclamé furiosa, no me gustaba que hablaran así de mi hija.
-Tranquila Bella, no hagas caso de lo que dice, solo es Lauren- murmuró Angela rodeando mis hombros y fulminando a Lauren con la mirada.
-Sí Bella no le hagas caso, lo que pasa es que te tiene tanta envidia que ya no sabe con que molestarte- afirmó Eric sonriéndome.
-No finjan que no piensan lo mismo- rezongó mirando a mis amigos- Y Vanessa o Nessie, es huerfana desde el momento que sus padres biológicos están muertos y es una recogida porque ustedes la adoptaron- tomé la mano de Edward tan fuerte que creí que se la arrancaría pero necesitaba ese apoyo para no lanzarme a Lauren y arrancarle la cabeza. De cualquier forma si lastimé a Edward él nunca se quejó ni hizo muecas de dolor.
-Padres, son los que aman y educan, Lauren, y nosotros la amamos como si fuera nuestra- aclaré de manera hostil
-No deja de ser una…..
-¡Basta Lauren!- interrumpió Edward furioso – No se el motivo por el cual Alice te invitó y tampoco quiero saberlo, pero estás en nuestra casa y no permitiré que te expreses así de mi familia, así que evítame la pena de echarte a patadas a al calle y sal inmediatamente de aquí- ordenó con voz autoritaria.
Lauren se puso roja de coraje, tomó su bolso y se puso de pie.
-Ben, vámonos y no me vuelvas a traer aquí- dijo muy molesta encaminándose a la salida.
-Sí, Ben no la vuelvas a traer, porque ya no es bienvenida en esta casa- aseguré lanzándole a Lauren una mirada llena de odio
-Lo siento chicos- masculló Ben con voz casi inaudible. Después se dio la vuelta y siguió a Lauren.
-Este……chicos, nosotros también tenemos que irnos, es que venimos con ellos y no tenemos otra forma de regresarnos- refunfuño Jessica disgustada. Tal parecía que quería quedarse un poco mas de tiempo.
-Está bien chicos, no se preocupen, me dio gusto volver a verlos- mentí. En realidad solo me había dado gusto ver a mis verdaderos amigos Angela y Eric, incluso a Tyler me había dado gusto verlo, pero los demás solo habían conseguido que me sintiera peor de lo que ya estaba.
-Gracias por habernos acompañado- dijo Edward estrechando la mano de Mike.
-No gracias a ustedes- repuso Jessica besando a Edward en la mejilla e intentando que su voz sonara seductora, pero solo consiguió que sonara como una mujerzuela
-Emmm…. ¿Vienen?-preguntó Mike a Eric, Tyler y Angela.
-Yo sí, no tengo como regresar a mi casa- aceptó Eric tomando el saco que reposaba en el respaldo de una silla.
-Yo también me voy- imitó Tyler tomando su saco.- ¿Vienes Angela?
-No, yo no subiré en el mismo auto que la arpía de Lauren vaya- contestó molesta.
-¿Y como piensas regresarte?- inquirió Jessica con falsa preocupación. A ella no le importaba en absoluto lo que pudiera pasarle a mi amiga- Tu padre ya se fue.
-Ya veré como; puedo hablarle para que regrese por mí- respondió con indiferencia
-Como quieras- Jessica se dio vuelta con Mike, Eric y Tyler detrás de ella.
En cuanto cruzaron la puerta suspiré aliviada, hasta ese momento me percaté que mi postura estaba muy tensa así que me relajé un poco.-Bella, lo siento tanto- se disculpó Angela con los ojos húmedos –Nunca debí decirles nada.-No Angela, no te preocupes- murmuré limpiando las lagrimas que empezaban a salir de sus ojos.-Edward en verdad lo siento mucho- susurró mirando a mi esposo con ojos suplicantes.-No hay ningún problema, yo sé que no fue tu intención- aseguró dándole un reconfortante abrazo.Me dio guato que Edward la abrazara; pues a mi parecer ese era un lindo gesto, además Angela no veía a Edward de la misma forma que Jessica o Lauren.En ese momento llegó Seth junto a nosotros.-¿Qué pasó? ¿Que tienes Angela?- preguntó con gran preocupación.-Nada, es solo es sentimiento de culpa- reconoció Angela soltándose de Edward.-¿Eh?-Seth estaba perplejo.-Después te explico Seth- la forma en la que se comunicaban era increíble, parecía que se conocían desde hace años en lugar de horas.Seth se encogió de hombros con resignación.-Bella, no quiero abusar de tu amistad, pero crees que alguien pueda llevarme a mi casa- preguntó avergonzada.-Yo te llevo- se ofreció Seth muy entusiasmado.-Y tienes coche ¿verdad?, No pensarás llevarme sobre tu espalda ¿o si?-inquirió con suspicacia.-Yo…….em……bueno……………en realidad- titubeo nervioso.-Sí, si tiene- aseguré. Seth me miró confundido.-¿Ah si?- él estaba realmente contrariado.-Claro que sí Seth, no recuerdas que lo guardaste en el garaje junto al mío- replicó Edward siguiéndome la corriente.-¿Ah si?- no creía de lo que hablábamos y no salía de su asombro.-Sí Seth, incluso le diste a Edward las llaves para que no las perdieras, es que es muy despistado- le dije a Angela guiñándole un ojo.Estaba cien por ciento segura que Angela sabía que todo esto era una mentira para hacer quedar bien a Seth y aunque él no era de gran ayuda, Angela no decía nada.-Edward dale a Seth las llaves de su coche- le pedí haciendo énfasis en “su”-Aquí tienes Seth- le lanzó las laves de mi Ferrari.A pesar de que Edward constantemente me cambiaba el coche, ese era el único que quise conservar. Tenía cierto valor sentimental para mí. Al igual que el flamante Volvo plateado para él.-¿En verdad?- preguntó dirigiéndose a mí cuando atrapó las llaves en el aire y con los ojos abiertos como platos cuando se percató de a que auto pertenecían esas llaves.-Claro que sí Seth, pero cuidado de hacerle algún rasguño- le advertí cuando me abrazó e intentando que mi voz sonara amenazadora.-No te preocupes hermanita que ese muchacho llegará sano y salvo- me prometió tomando a Angela de la mano.Todos nos reímos en cuanto nuestra farsa se vino abajo.-¿Nos vamos?- lo apresuró Angela.-Sí, bueno chicos ya vuelvo- una vez que dijo eso salieron tomados de la mano por la puerta que daba al garaje.-Puedo preguntarte algo Edward- dije en cuanto estuvimos solos.-Lo que tú quieras cielo- asintió acariciando mis pómulos.- ¿En que pensaban Mike y Jessica para que reaccionaras como lo hiciste?- lo miré desconfiada.-Digamos que tenían unas muy vívidas fantasías con nosotros- respondió con cierta molestia –Tuve que esforzarme en imaginar que era yo quien ocupaba el lugar de Mike y tú la que ocupabas el lugar de Jessica para que no resultaran tan desagradables sus pensamientos. Pero al final tuvo sus ventajas- agregó con indiferencia.-¿Y cuales fueron esas ventajas?- yo creía imposible que pudiera sacar ventaja alguna de aquellos horribles pensamientos-Me dieron muchas ideas para estar contigo- susurró formando una sonrisa pícara en sus labios. Sus ojos se llenaron de repentina pasión y deseo.-Y tienes permiso de hacer conmigo lo que te plazca- aseguré besándolo en fiereza y pasión.En ese momento llegó mi hermanito Dylan dando saltitos.-Bells, Bells, Bells- me llamó dándole pequeños jalones a mi vestido.Dylan era un niño encantador. Era alto para sus escasos ocho años, me llegaba debajo de la cintura. Y físicamente hablando parecía un Clark Kent miniatura.Su cabello era muy negro- nunca antes había visto ese color de cabello en alguien más-sus ojos eran tan azules como un par de hermosas turquesas, el color de su piel era blanca como la nieve con un ligero rubor en las mejillas y sus labios eran delgados y rojos. Era la copia exacta de Clark Kent.-¡Dylan!- exclamé cargándolo y besando sus sonrojadas mejillas -¿Cómo estas pequeño?-Bien- su voz era un poco chillona, pero muy linda –Alice me mandó a decirte que vayas a despedirte de Charlie porque ya se va- avisó dándome un beso en la mejilla.-De acuerdo, ¿Mamá está con ellos?-Sí, ahí esta- dijo señalando la muchedumbre que rodeaba a los novios.- Bells te puedo preguntar algo- inquirió retorciendo sus deditos con nerviosismo.Edward rió.-Claro que sí cariño- contesté haciendo caso omiso de la risa de Edward.-¿Quieres casarte conmigo?-murmuró ruborizándose al máximo. Ahora veía el motivo por el que Edward se rió y no pude evitar hacer lo mismo.-Todavía eres muy pequeño Dylan- señale rozando su nariz con la mía.-Claro que no, acabo de cumplir ocho años ya soy todo un hombre- exclamó haciendo un adorable gesto de molestia.-Mmmm….. tal vez, pero yo ya estoy casada con Edward, cariño- le recordé con una tierna sonrisa.-Pero puedes divorciarte de él y casarte conmigo- Edward volvió a reírse por la ocurrencia de mi hermano, sin embargo yo me sorprendí al escuchar la palabra “divorcio” en la oración de un niño de ocho años –Como lo hizo mamá con Charlie y después se casó con mi papi- añadió encogiendo sus pequeños hombros.Me preocupó mucho que Dylan hablara de un tema tan delicado como el divorcio y que lo tomara a juego. Después tendría que dedicarle unas palabras a Renee.-No creo que eso sea posible campeón- replicó Edward alborotándole el cabello.-¿Por qué?- se apresuró a preguntar irritado.-Porque Bella tiene veinticuatro años y tú ocho, lo que significa que te triplica la edad- le explicó Edward con dulzura.-Lo que pasa es que estas celoso porque sabes que soy más guapo que tú y Bella me ama más que a ti- contraatacó rodeando mi cuello con sus brazos y apoyando su cabecita en mi pecho- ¿Verdad que sí Bells?-Claro que sí Dylan- concedí guiñándole un ojo a Edward –Eres mucho más guapo que Edward.No pudimos aguantarnos más y nos echamos a reír.Llegamos hasta donde estaban todos los invitados esperando su turno para despedirse de los novios. Me abrí paso entre ellos intentando llegar hasta el frente. En cuanto Charlie me vio, sus ojos se le llenaron de lágrimas. Hice que Edward cargara a Dylan para tener las manos libres y poder abrazar a mi padre.
-Bell, te quiero mucho pequeña- murmuro Charlie abrazándome por la cintura- Muchas gracias por todo cariño.
-No hay nada que agradecer papá, me alegro que seas feliz- aseguré rodeando sus hombros.
-Me duele tener que dejarte, acabas de llegar y ahora soy yo el que se va, no pude disfrutar tu presencia aquí durante estos días- resolló con voz estrangulada separándose de mí. Los bordes e sus ojos estaban enrojecidos por el llanto.
Charlie no era de las personas que mostraban sus sentimientos con facilidad pero en esta ocasión no pudo contenerse.
-Ay papá, no te preocupes, de cualquier forma en unos días tengo que regresar a Dartmouth y no volvemos hasta dentro de tres meses- le expliqué una vez más.
-Oh es verdad, ¿y mi Nessie en donde esta?- me preguntó Charlie buscándola entre la gente.
-Estaba cansada y fue a dormirse- mentí –Es que estuvimos muy atareadas estos últimos días.
-Te voy a extrañar Bella- aseguró dándome un beso en la mejilla –Despídeme de Nessie.
-Yo también papá- me hice a un lado para que Edward pasara, mientras yo abrazaba a Sue.
Ella ya no traía puesto su vestido si no un elegante traje de viaje en color beige.
-Gracias por todo hija- masculló devolviéndome el abrazo.
-No Sue, gracias a ti por estar con mi padre, ahora ya no tendré que preocuparme por su alimentación- bromee. Charlie se ruborizó avergonzado al escuchar mi comentario.
-No Bella, yo me encargo de alimentarlo como es debido- aclaró entre risas.
Al poco tiempo todos estábamos afuera de la casa aventando puñados de arroz al aire a la feliz pareja. Charlie y Sue subieron al Mercedes de Carlisle; que Alice previamente había decorado con lazos y flores blancas.
Una vez que los novios se fueron todos los invitados empezaron a despedirse poco a poco, no sin antes darnos las gracias por la hospitalidad y felicitar a Alice por el excelente trabajo que hizo.
Y a muy entrada la madrugada no quedaba nadie a parte de Jacob, Seth y mi familia.
-Bueno chicos, la fiesta fue todo un éxito pero esto no va a limpiarse solo- exclamó Alice viendo el desastre en el que se había convertido el salón –Así que manos a la obra.
De inmediato Esme, Alice, Rosalie y yo empezamos a recoger las mesas, mientras que los chicos que quejaban.
-Si no se ponen a limpiar, ninguna de nosotras- nos señaló a Rose y a mí, incluyéndose también- los va a recompensar- su voz se tornó insinuante.
A Jasper, Emmett y Edward les brillaron los ojos y sin pensarlo dos veces empezaron a ayudarnos.
-Ay niños - oí a Esme mascullar entre risas.
Todas empezamos a reírnos. Seth y Jacob se unieron a nuestras risas.
-Oh, ustedes también tienen que ayudar- les ordenó Alice mirándolos con falsa molestia.
-¿Y como piensas recompensarnos?- preguntó Seth levantando las cejas y cruzando los brazos sobre su pecho.
-Mmm tal vez le pida ayuda a cierta chica llamada Angela- contestó Alice con aire inocente.
No hubo necesidad de repetírselo ya que de inmediato comenzó a recoger todo lo que estaba a su alcance. Nadie pudo evitar reírse.
-Y tu Jacob……….- Alice hizo gesto pensativo.
-Ah no te preocupes pequeñita, yo ayudo sin que me paguen- aseguró Jake encogiéndose de hombros con aire compungido.
Mientras limpiaba y recogía el salón pensaba en mi hija. Me sentía culpable de no haberlo hecho desde que la dejé con Carlisle pero al ser un vampiro tenía el gran inconveniente de que me distraía con suma facilidad.
Pero aún así me percaté de que Carlisle no había vuelto a bajar y eso me preocupaba mucho.
Tal vez Nessie estaba más grave de lo que perecía. No, no podía permitirme pensar en eso. Mi hija TENÍA que estar bien.
También pude escuchar el sonido de algunos aparatos médicos que seguramente Carlisle estaría utilizando para hacerle los análisis a Nessie así como el pequeño zumbido del paso de las hojas de los libros que Carlisle consultaba en busca de respuestas.
Ya no podía soportar ni un minuto más esta incertidumbre, quería ver a mi hija y saber que tenía.
Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no sentí cuando Edward me quitó la enorme bolsa de basura que tenía en las manos.
-Amor, ya terminamos- miré a mi alrededor y lo que hasta hace unos momentos había sido un hermoso salón de fiestas ahora volvía a ser la elegante sala de nuestra casa.
Las mesas y sillas plegables estaban apiladas en una esquina. Emmett llevaba cerca de veinte bolsas de basura hacia el exterior, donde debía ser mediodía, aunque no era fácil saberlo porque el cielo estaba de color gris y las gotas de lluvia empezaban a caer.
-Ya ven como terminamos más rápido cuando trabajamos en equipo- exclamó Alice. Todos rieron, excepto yo porque me sentía demasiado ansiosa y culpable como para divertirme más de lo que ya lo había hecho.
En ese momento Carlisle llego a mi lado.
-¿Carlisle como esta Renesmee?- le pregunté entes de que alguien más lo hiciera.
-Mucho mejor, ya despertó- suspiramos aliviados.
-¿Puedo verla Doc.?- inquirió Jacob acercándose a Carlisle. Edward lo fulminó con la mirada.
-No, ella quiere hablar con Bella- anunció mirándome directamente a los ojos con una mirada llena de preocupación.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y SORRY POR LA TARDANZA
PERO COMO YA LES HABIA DICHO ULTIMAMENTE SE ME ESTA COMPLICANDO IR AL CAFE PERO ESPERO QUE HAYA VALIDO LA PENA HACERLAS ESPERAR TANTO.ESPERO SUS COMENTARIOS EH?