Hola chamaks!!
Oigan tengo que disculparme por no haber actualizado antes pero es que como el lunes ya entro a la escuela pues estuve muy ocupada, ademas que estaba corta de inspiracion jeje
pero bueno aqui esta su preciado capitulo completito y espero dejen sus comentarios que son los que me ayudan a seguir
DIAS FELICES Y AGOTADORES
A la mañana siguiente, un ensordecedor grito de dolor provocó que Jacob y yo nos despertáramos sobresaltados.
-¿Pero qué pasa?- pregunté levantándome de mi cama de un salto.
-No lo sé- respondió Jacob al tiempo que se escuchaba otro grito.
Jake me miró con el miedo y la emoción reflejada en su mirada.
-Rachel- dijimos los dos al mismo tiempo mientras salíamos corriendo hacia la habitación de Rachel y Paul.
Al entrar nos encontramos con que toda mi familia, excepto Emmett y Rosalie, estaban ahí con cara de preocupación.
Mi abuelo estaba revisando a Rachel mientras ella apretaba la mano su esposo a causa de las contracciones que le provocaba el bebé.
-Carlisle, ¿Qué pasa?- le preguntó Jacob acercándose a su hermana.
-Tu hermana esta en trabajo de parto- respondió mi abuelo con seriedad –Chicos, hay que llevarla a otra habitación, ahí tengo todo lo necesario para atenderla- les dijo a Jake y a Paul.
Con mucho cuidado la tomaron en brazos y la llevaron a una habitación que tenía el aspecto de un hospital pequeño.
-Esme, Alice quédense a ayudarme. Ustedes salgan de aquí- ordenó con severidad mirándonos a Jake, Jasper y a mí.
-Tranquila Rachel, ya verás que todo saldrá bien- susurró Jacob después de recostarla en la camilla y dándole un suave beso en la frente.
-Eso espe…….-otra contracción le hizo perder el hilo de su respuesta.
Jasper ya había bajado, solo quedábamos Jake y yo.
-Pu…..puedo quedarme ¿verdad?- inquirió Paul con nerviosismo y emoción.
-Claro que sí Paul. No creo que quieras perderte el nacimiento de tu hijo ¿cierto?- repuso mi abuelo con una sonrisa escéptica.
-No, por supuesto que no- aseguró Paul entre risas nerviosas.
Jake y yo salimos de la habitación y bajamos a la sala.
Abajo se encontraban Rosalie, Emmett y Jasper, sentados en el sofá más grande y tenían cara de preocupación.
Llevé a Jake hasta el sillón pequeño y lo obligué a sentarse en él, mientras yo lo hacía en el descansabrazos y entrelazaba mi mano con la suya para darle apoyo.
Rosalie nos lanzaba miradas inquisidoras pero yo las ignoraba olímpicamente.
Ya habría tiempo de explicarle lo que estaba pasando.
Pasaba el tiempo.
Una hora.
Dos horas.
La atmosfera cada vez era más angustiante. En todo ese tiempo, lo único que escuchábamos eran los gritos de dolor de Rachel y con cada uno de ellos, Jacob se encogía en su lugar.
Jasper intentaba relajarnos pero lo único que lograba era ponernos más nerviosos de los que ya lo estábamos.
A las tres horas de espera, escuchamos un grito mucho más fuerte y largo que los anteriores, seguido de un silencio que apenas duró un minuto y aún así se nos hizo eterno, provocando que todos nos pusiéramos de pie.
De pronto, el sonido del milagro de la vida rompió el silencio. El llanto del bebé de Rachel retumbó por toda la casa.
Todos dimos un grito de felicidad y alivio.
Jake por su parte, me tomó en sus brazos y empezó a darme vueltas mientras gritaba “Soy tío, soy tío”. Estaba tan emocionado que no pudo contenerse y me besó, olvidando por completo que mi familia estaba ahí.
De inmediato, el poder de “segunda madre” de Rosalie entró en acción.
-¿Pero qué diablos te pasa? ¿Quién te crees que eres para besar a Nessie?- exclamó poniéndose entre nosotros.
-Pues en realidad soy su novio- contestó Jacob con aire despreocupado y recalcando la palabra “novio”.
-¿Eso es verdad, Nessie?- se volvió hacia mí, mirándome con las cejas levantadas.
-Yo….emm……si, Rose es verdad- respondí mirando al suelo avergonzada.
-¿Desde cuándo?
-Desde ayer- susurré.
Por el tono que tenía mi voz, parecía que estaba confesando un gran crimen.
-¿Por eso ayer estaban tan contentos?- inquirió Jasper con una sonrisa.
-Sí- aseguré con una pequeña sonrisa.
-Y creo que festejaron su primera noche juntos ¿verdad chicos?- para variar, Emmett y sus tontas bromas.
-¡Emmett!- exclamé en modo de reclamo. Sentí que mis mejillas hervían.
-Sabes que es broma Ness. Me alegro por ustedes- dijo dándome un gran abrazo.
-También yo- coincidió Jasper dándome un beso en la mejilla –Y veo que hoy vamos a tener que festejar ¿no creen?
-¿Festejar qué, Jasper?- preguntó Rosalie con hostilidad.
-¡Ay Rose!, el noviazgo que nuestra pequeña y el nacimiento del nuevo cachorro- respondió Emmett poniendo los ojos en blanco y dándole un golpe amistoso a Jacob en el brazo.
-Bah…..- Rose salió de al jardín con los brazos cruzados.
Estaba molesta conmigo y eso me dolía. Por lo que decidí ir a hablar con ella.
Me acerqué a la orilla del lago, en donde ella estaba sentada en un viejo tronco.
-Rose, ¿Estas molesta?- inquirí con tono culpable.
-No Nessie, es solo que creí que confiabas en mí.
-Claro que confío en ti, Rose- aseguré sentándome a su lado -¿Por qué lo dices?
-Porque me hubiera gustado haberme enterado de tu noviazgo con…..- vaciló – Jacob, antes que los demás y también que hubieras sido tú quien me lo dijera- estaba dolida por lo que pasó.
-Pero es que me daba miedo como fueras a reaccionar porque a ti no te gusta Jacob- me justifiqué –Creí que te enfurecerías, además apenas somos novios desde ayer y no tuve tiempo para decírtelo
-Ness, el hecho de que a mí no me caiga bien Jacob, no significa que él no sea bueno para ti- aseguró tomando mis manos entre las suyas –Y por más que me moleste aceptarlo, sé que él te ama y tú también a él, así que ¿Cómo voy a molestarme por algo que te hace inmensamente feliz?
-Entonces ¿no estás enojada?
-No, solo me gustaría que confiaras en mí un poquito más- dijo haciendo un puchero.
-Te prometo que de ahora en adelante serás la primera en enterarse de todos mis asuntos- le prometí llevando derecha hasta mi pecho, justo donde latía mi corazón.
-Eso está mejor- dijo Rose entre risitas y dándome un beso en la mejillas –Sabes que te quiero como si fueras mi propia hija ¿cierto?
-Sí, y tú sabes que eres como una segunda madre para mí ¿verdad?
-Claro que sí, y no sabes lo mucho que me gusta que me digas eso- me abrazó con fuerza.
Rose no podía tener hijos y cuando supo que yo estaba en camino, por así decirlo, vivió un embarazo a través de mi madre.
Y desde entonces siempre ha estado a mi lado como si fuera mi verdadera madre.
-Solo tengo un inconveniente con lo de tu noviazgo con el…..- suspiró –con Jacob- sin quererlo me tensé.
-¿Ah sí? ¿Cuál?- inquirí con nerviosismo.
-Que todo el tiempo vas a oler a perro- contestó exagerando un gesto de asco.
Ambas empezamos a reír hasta que Emmett se acercó a nosotras.
-¿Chicas, no van a conocer a la bebé?- nos preguntó con una gran sonrisa.
-¿Es niña?- inquirí con ilusión.
-Sí, es una nenita muy hermosa a pesar de ser una lobita- contestó con voz tierna.
-¿Pues qué esperas? Vamos- dije dándole unos pequeños empujoncitos hacia el interior de la casa.
Emmett nos llevó de vuelta a la habitación de Rachel, en donde habían vuelto a trasladarla.
La imagen que vi al entrar fue de lo más hermosa y tierna.
Jacob tenía a la pequeña en sus brazos y la miraba con mucha ternura. La cargaba con mucho cuidado y notaba el miedo que sentía al tener algo tan pequeñito en sus enormes brazos.
Me acerqué hasta quedar a su lado y poder mirar a la pequeña.
Estaba profundamente dormida y era muy hermosa.
Tenía las facciones de Rachel, al igual que su cabello negro. Era muy linda.
Paul estaba sentado a un lado de Rachel, tomándola de la mano y ambos nos miraban con dulzura.
-¿Cómo van a llamar a esta lindura?- preguntó mi abuelita Esme acariciando la mejilla de la pequeña.
Paul y Rachel se miraron antes de que ella contestara.
-Elisa- contestó con una gran sonrisa.
-Es muy lindo, igual que ella- aseguré entregándole a su hija.
-Sí, es muy hermoso- coincidió Jacob –Y hay que agradecer que se parezca a ti y que no haya sacado el horrible rostro de su padre- añadió en tono de broma, dándole a Paul un ligero golpe en el brazo.
El resto del día fue muy tranquilo. La pequeña Elisa durmió en los brazos de todos, era una bebé muy tranquila y casi no lloraba.
Alice fue a comprarle una elegante cuna, que colocó junto a la cama de Rachel.
Ese día yo me dediqué a cuidar de Elisa mientras su madre descansaba.
Jamás había tenido un bebé en brazos y realmente parecía que estaba hecha para esto.
Los siguientes días fueron más que agotadores. Yo había tomado el papel de niñera de la pequeña, por lo que ayudaba a Rachel a bañarla, a cambiarle los pañales-esa era la peor parte de todo-a vestirla sin lastimarla, entre otras cosas.
Prácticamente me había vuelto una experta en cuidado de bebés.
Las noches eran mortales para mí e incluso creo que también lo era para Jake.
Si durante el día no descansaba por cuidar a Elisa y a Rachel por las noches menos aún.
Elisa lloraba cada tres horas para que la alimentaran y en cuanto lo hacía, yo salía corriendo a la habitación para ayudar a Rachel.
Desde el nacimiento de la pequeña, Jake y yo no habíamos tenido ni un momento para estar solos.
Solo pasó una semana antes de que Paul se llevara a Rachel y Elisa a su casa en La Push. Su explicación fue que no quería dar molestias, pero la verdad es que no quería exponer a su hija ante la presencia de tantos vampiros.
La noche que la pequeña familia se fue, Jacob entró a mi habitación pasada la media noche.
-Ness, ¿sigues despierta?- preguntó en un susurro sentándose en la orilla de mi cama y acariciando mi mejilla.
-Ahora lo estoy- contesté incorporándome hasta quedar sentada con las piernas cruzadas -¿Por qué tardaste tanto en llegar?- inquirí dando un gran bostezo.
-Porque fui a cortar una de estas- explicó entregándome un tulipán rojo –Pero todas eran tan hermosas que no sabía cual escoger- añadió dándome un suave beso en los labios.
-¿Y puedo saber a qué se debe?- dije con la voz apenas audible. Tenía mucho sueño y estaba haciendo un gran esfuerzo para estar despierta.
-Nessie, hoy cumplimos una semana de novios. ¿Qué no te acuerdas?- respondió haciendo un falso gesto de molestia.
-Oh sí, es verdad, lo siento Jake pero estoy tan cansada que ni siquiera recuerdo mi nombre- admití recargando mi cabeza en su hombro.
-Renesmee Carlie Cullen- dijo acariciando mi labio inferior.
-¿Hum?- estaba volviendo a quedarme dormida.
-Que ese es tu nombre. Renesmee Carlie Cullen- apuntó con una ligera risita
-Gracias por recordármelo- susurré en tono de broma.
-es un placer- murmuró dándome un beso en la coronilla. –Ay Nessie, nunca te había visto tan cansada.
-La culpa la tiene Elisa- señalé –Ella es la que me dejó muerta, sobre todo hoy porque tuve que ayudar a tu hermana a empacar todas las cosas que Alice le compró a la pequeña.
-Sí, ya me di cuenta. Apenas estas consciente de lo que dices- se burló.
-¿Qué tú no estás cansado?- él había trabajado más que yo porque llevó las cosas de su hermana hasta La Push.
-Sí, pero no tanto como tú. Yo soy un hombre fuerte a lado tuyo- alardeó ensanchando el pecho.
-Y eso es porque yo no soy un monstruo peludo como tú. Yo soy una simple…..- bueno tampoco es que fuera mucho más normal que él.
-¿Semi-vampira?- se burló.
-Sí, eso soy- coincidí con una risita –Y si no te importa me gustaría dormir- rezongué con otro gran bostezo.
-Tienes razón, debes descansar para que mañana tengas mucha energía- dijo mientras me acomodaba en la cama.
-¿Y puedo saber por qué?
-Digamos que después de lo que te espera mañana, vas a implorar porque Elisa regrese- aseguró con aire divertido.
-¿Puedo saber qué es lo que me espera?
-No, tendrás que esperar hasta mañana, así que por ahora descansa- repuso dándome un dulce beso.
-Está bien- acepté sin protestar pues estaba muy cansada para hacerlo.
Después de lo que a mí me parecieron unos cuantos minutos escuché la melodiosa voz de Alice.
-Nessie, despierta dormilona- decía acariciando mi cabello.
-¡Alice déjame dormir!- exclamé escondiendo mi rostro entre las cobijas.
-Bueno solo te digo que si no te despiertas en este momento, Jacob va a tener que cancelar los planes que tiene para hoy- comentó fingiendo indiferencia.
-Eres una chantajista de primera- murmuré levantándome a regañadientes de mi cama.
-Ya lo sé- aseguró con una gran sonrisa.
-¿En dónde está Jake?- le pregunté al darme cuenta que no estaba en mi habitación.
-Fue a su casa por unas cosas- contestó mientras rebuscaba en los cajones.
-¿Oye y sabes a donde me va a llevar?- inquirí con curiosidad.
-Sí, pero no voy a decírtelo por más que insistas. Así que vete a bañar mientras yo preparo tu ropa- respondió empujándome al interior del baño.
Me bañe lo más rápido que pude. Al salir, Alice estaba sentada en mi cama y sobre el sofá estaba mi ropa.
Había preparado unos pantalones cortos de mezclilla, una camiseta morada de tirantes anchos y unos tenis blancos.
-Alice, dime a donde me va a llevar Jacob- supliqué haciendo sus famosos pucheros.
-No voy a decirte nada. Tú solo vístete y ya- exclamó negando con la cabeza. Era obvio que se divertía al ver mi confusión.
No protesté más y me puse la ropa que me preparó. De cualquier forma por más que insistiera ella no me diría nada.
-¿Qué harán hoy todos ustedes?- inquirí cuando me acomodaba el cabello hacia atrás con una diadema.
-Nada divertido. Hoy y mañana serán unos días bastante soleados y sabes que no podemos salir- reconoció con fastidio.
-Pero no pueden quedarse sin hacer nada. Podrían hacer una competencia para ver quien atrapa la mejor presa o algo parecido- le propuse pensando en lo mucho que se aburrirían, pero sobre todo en que si se quedaban sin hacer nada, mis tíos empezarían con sus enfrentamientos y eso significaba que algunos muebles terminarían destrozados en el acto.
-¡Que buena idea Ness!, voy a decirle a los chicos- Salió corriendo de mi habitación muy animada.
Me reí al ver su reacción mientras terminaba de arreglarme el cabello. Después bajé a la sala para esperar a Jacob.
Cuando mi abuelita me vio vino a abrazarme.
-Gracias por darles esa idea. Ya estaba pensando en las cosas que tendría que comprar- dijo en voz baja.
-Cuando quieras abuelita- dije mirando a mis tíos que se estaban poniendo de acuerdo sobre lo que harían y las reglas de la competencia.
En ese instante entró Jake.
-Ness, ya………-se quedó mudo al verme –Wow, Ness estas hermosa.
-Gracias Jake- contesté sonrojándome al mismo tiempo que Jasper y Emmett empezaban a silbar.
-¿Nos vamos?- lo apresuré al sentir que mis mejillas hervían.
-¿Alice?- la llamó Jake.
¿Acaso Alice vendría con nosotros? No eso no era posible, había mucho sol para que ella saliera.
-Ten- le entregó las llaves del Aston Martin de mi papá –Solo te pido que tengas mucho cuidado con él porque si algo le pasa, Edward es capaz de matarme.
-No te preocupes por eso, Alice- aseguró tomándome de la mano.
En cinco minutos ya íbamos camino a Port Angeles. Jacob seguía sin decir nada y yo no preguntaba porque sabía que no iba a decirme absolutamente nada.
Estaba empezando a desesperarme cuando me di cuenta que nos acercábamos a un parque de diversiones.
-¿Vamos a un parque de diversiones?- le pregunté extrañada.
-¿Conoces un lugar más divertido que ese?-contestó con una gran sonrisa.
No pude evitar reírme de lo infantil que Jacob podía llegar a ser.
Estacionó el auto y de inmediato fuimos a comprar las entradas.
Y así comenzó la diversión.
Nos subimos a todas las atracciones que Jacob consideraba que no eran peligrosas para mi corazón.
Pero yo empezaba a molestarme porque no le veía el caso a que me hubiera traído a un parque de diversiones si no podía subirme a los mejores juegos y sentir la adrenalina correr por mi cuerpo al subirme en una montaña rusa o juegos más fuertes.
Después de muchos pucheros y bastantes besos, conseguí que Jake me dejara subir a casi todas las atracciones que quería.
Me estaba divirtiendo como si tuviera cinco años……..espera ¡tengo cinco años!, a veces lo olvidaba al ver que mi cuerpo no exactamente como el de una niña de esa edad.
Comimos todas las chucherías que vendían ahí. Como hamburguesas, helados, palomitas, refrescos, golosinas, entre otras tantas cosas.
Jamás había comido tanto como ese día y justo cuando creí que mi estomago iba a explotar, Jacob llegó con una enorme manzana cubierta de chocolate.
Sin pensarlo dos veces, empecé a comérmela a grandes mordidas.
Era la más deliciosa que había comido en toda mi vida o tal vez era porque combinaba dos de las cosas que más me gustaban en el mundo. En la primera mordida me percaté que estaba rellena con una deliciosa crema y piña. Estaba exquisita.
Después de cada bocado, Jacob me besaba, provocando que en mi boca se produjera una deliciosa explosión de sabores.
Una vez que terminé con la manzana, fuimos a los juegos de destreza.
Estaba tan llena que no podía caminar, por lo que Jake tuvo que cargarme en su espalda.
Lo más divertido de estar en los juegos de destreza, fue ver la expresión que todos ponían cuando en menos de un minuto Jacob ganaba el premio.
Se quedaban sorprendidos al ver que el único que ganaba era él. Y claro que yo me sentía muy orgullosa de saber que era mío.
En varias ocasiones algunas chicas le pedían que ganara un peluche para ellas. En esos momentos los celos me comían por dentro, pero Jake se daba cuenta y me besaba frente a las chicas que no paraban de mirarlo. Ellas al ver eso se iban sin sus premios.
Jake había jugado y ganado tanto que aproximadamente llevábamos unos quince o veinte premios.
Cuando decidimos que ya eran suficientes premios, un gran peluche de un lobo llamó mi atención.
Era igual que Jake cuando entraba en fase. Su pelaje era rojizo y sus ojos de un negro intenso, con la única diferencia que esos ojos no me hacían perder el juicio, aparte de eso era la copia exacta de mi Jacob.
Jake ni siquiera tuvo que preguntarme si lo quería, inmediatamente fue para allá y en dos minutos ya tenía mi Jacob de peluche.
La noche cayó sobre nosotros cuando aún estábamos en el parque y con ella un hermoso espectáculo de fuegos artificiales dio inicio, llenando la oscuridad del cielo con bellísimos colores.
Me quedé maravillada y quería tener un recuerdo de este momento. Así que le pedimos a un fotógrafo que andaba por ahí que nos tomara una fotografía con los fuegos artificiales a nuestra espalda.
Después de unos minutos encendieron las luces de todas las atracciones.
Cada una tenía miles de foquitos de colores que junto con los fuegos artificiales solo hacían que el parque luciera mucho más hermosos.
Aún no terminaba el espectáculo cuando Jacob dijo que era hora de irnos.
-Pero todavía no quiero irme- repliqué haciendo un puchero.
-Ness, estas muy cansada y ya debemos volver- señaló acariciando mi mejilla con ternura.
-Claro que no estoy cansa….- un enorme bostezo me interrumpió –Cansada.
-¡Ay Nessie! Tan terca como siempre- se burló sacudiendo la cabeza –Anda vámonos. Además todavía tengo planes para mañana y tienes que descansar para que aguantes- agregó con una sonrisa.
-Está bien, vámonos- él tenía razón, estaba muy cansada y si Jake tenía preparado otro día igual al de hoy más me valía descansar lo más que pudiera.
De lo último que fui consiente antes de perderme en la profundidad de mis sueños fue que Jacob me susurró en el oído “Gracias por hacerme tan feliz Nessie. Te amo”
A la mañana siguiente fue igual que la del día anterior.
Alice fue a despertarme y volvió a empujarme al interior del baño para que me diera una ducha mientras ella preparaba mi atuendo.
Ésta vez fueron unos shorts blancos, una playera color magenta con escote en “V” que llegaba hasta debajo del pecho, unas sandalias plateadas y un bikini azul turquesa con detalles plateados.
Espera…… ¿Un bikini?
-Alice ¿Para qué el bikini?- le pregunté tomándolo en mis manos.
-No voy a decirte nada. Tú solo vístete y ya- repitió las mismas palabras que el día anterior.
Encogí los hombros y me limité a ponerme la ropa que había preparado con tanto esmero.
Después me tomé mi dotación diaria de las pastillas que me ayudaban a controlar mi enfermedad. Gracias a ellas no había vuelto a sentirme mal y menos a desmayarme.
Cuando Alice estaba amarrando mi cabello en una coleta alta, dijo algo que me emocionó y preocupó a la vez.
-Nessie, ayer tus padres estuvieron llamando todo el día- sin querer me tensé.
-¿Ah sí? ¿Y qué dijeron?- intenté que mi voz sonara entusiasmada pero aún así tenía un toque de preocupación.
-Querían saber cómo estabas y también querían hablar contigo- contestó con aire casual.
-¿Y qué les dijiste?- me preguntaba si les había contado de mi relación con Jake.
-Que saliste con Jacob y que iban a regresar tarde- dijo acomodando los rizos de mi coleta a modo que no se vieran enmarañados.
-Entonces no les dijiste que Jacob y yo……
-¿Son novios?-terminó por mí. Yo solo asentí –No, no les dije nada. Eso les corresponde hacerlo a ustedes y yo te recomiendo que lo hagan lo más pronto posible, y con pronto me refiero a hoy en la noche cuando vuelvan a llamar- me sugirió con cautela.
-¡¿Hoy?!- exclamé levantándome precipitadamente de la silla -¿Pero por qué tan pronto?- era demasiado pronto, apenas tenía una semana que salía con Jake y ya tenía que decírselo a mis padres. Fue muy desagradable cuando se lo dije a Rosalie ya me imagino cómo sería con mi papá.
Espantoso.
-Pues porque creo que ya empiezan a sospechar y si no se los dicen creerán que no confías en ellos- reconoció tomando una de mis manos entre las suyas.
-Tienes razón. Solo que me da miedo como reaccione mi papá- admití empezando a hiperventilar solo de imaginármelo.
-Es posible que al principio se moleste y eso solo será porque eres su hija y él sigue viéndote como una pequeña, aunque física y mentalmente ya no los seas- señaló con una sonrisa – Pero te aseguro que con el tiempo va a terminar aceptándolo- me prometió dándome un beso en la mejilla.
-Está bien, confío en ti- murmuré al tiempo que mi abuelita Esme entraba a mi habitación.
-Cielo, Jacob te espera en el auto- me avisó haciéndome señas para que me apresurara.
-Sí, gracias abuelita- les di un beso en la mejilla a las dos y salí corriendo al garaje.
Me despedí de los demás con un simple “Nos vemos” cuando pase por la sala para entrar al garaje.
Esperaba encontrar a Jake en el Aston de mi padre, pero para mi sorpresa estaba recargado en el Jeep de Emmett y jugaba con las llaves lanzándolas al aire.
Un minuto…………
¿Jake………..recargado en el Jeep…………………..de Emmett?
Entre ellos no había ningún tipo de problemas pero para mi querido tío su auto era como su hijo y jamás se lo prestaba a ningún miembro de la familia que no fuera mi papá o Rose.
Esto era realmente extraño.
-¿Planeas quedarte ahí parada todo el día o vas a venir conmigo?- me preguntó Jacob enarcando las cejas.
Cuando fijé mi atención en él, mi corazón empezó a bombear frenético.
Llevaba unos shorts de mezclilla y una camiseta de lycra negra, que se le adhería perfectamente bien a sus bien torneados músculos. No era gran cosa lo que usaba pero aún así lucía guapísimo.
Tuve que recordarme en volver a respirar antes de desmayarme por la falta de oxígeno.
-Ness, cierra la boca- dijo Jake con una sonrisa divertida.
¡Oh por Dios! ¡¿En verdad me quedé con la boca abierta?!
-Lo siento- mascullé rodeando el Jeep para subirme en el asiento del copiloto.
-No te preocupes. Yo hice lo mismo cuando te vi pero tú no te diste cuenta- aseguró recorriendo mi atuendo. Sentí como la sangre me subía desde el pecho hasta las mejillas –Es imposible no hacerlo cuando luces tan hermosa- mis mejillas se sonrojaban cada vez más –Eres adorable cuando te ruborizas- añadió acercándose lentamente a mí.
Nuestros labios se encontraron en un tierno beso que poco a poco se fue haciendo más intenso.
Entreabrí mi boca para poder disfrutar de su dulce aliento y llevé mis brazos a su cuello, atrayéndolo más a mí.
Jake rodeaba mi cintura y me pegaba a su cuerpo con fuerza.
Su lengua se abrió paso por mi boca para encontrarse con la mía y empezar a moverse de manera más apasionada.
-Bueno chicos, veo lo bien que lo están pasando y ni quiero ser aguafiestas ni entrometida, pero si yo fuera ustedes esperaría a estar fuera del radar de Rosalie para besarme de la forma en que ustedes lo hacen- nos interrumpió Alice con tono divertido.
Cuando escuché la voz de mi tía, quise morirme de la vergüenza.
Me separé de Jacob de forma tan brusca, que me golpeé la espalda con la puerta del Jeep. Y para mi mala suerte le hice una pequeña, pero no insignificante, abolladura a la altura de la manija.
¡Maldición! ¡Emmett va a matarme por eso!
-¡Alice!, yo……….nosotros estábamos……………..- balbuceé totalmente avergonzada. Sentía que me ponía de mil colores y Jake simplemente sonreía como si mi reacción le divirtiera.
-Tranquila Nessie, conmigo no tienes que justificarte- aseguró regalándome una gran sonrisa –Pero tengan cuidado de que ninguno de los otros chicos los vea así- señaló guiñándome un ojo mientras metía una hielera en la parte trasera y amarraba dos tablas de surf en el techo del auto -¡Listo!, ¡Ya pueden irse!- exclamó haciendo el último nudo.
Estaba claro que iríamos a surfear.
-Gracias Alice- dijo Jake abriéndome la puerta para que subiera.
-Es todo un placer- contestó antes de regresar a la casa con sus andares de bailarina.
Supe que iríamos a La Push desde el momento que vi las tablas y también porque conocía el camino como la palma de mi mano.
Durante el trayecto iba pensando en la mejor forma de decirles a mis padres sobre mi relación con Jake y no podía evitar ponerme nerviosa.
Sabía que ninguno se opondría o al menos eso esperaba. Me daba miedo la reacción que llegar a tener mi padre al enterarse por teléfono que su hija era la novia de Jacob Black, eso era algo que debía decirle en persona, pero tampoco quería que regresara o de lo contrario no volvería a New Hampshire.
¡Dios mío! ¿Qué voy a hacer?
Jake notó mi nerviosismo y entrelazó su mano con la mía, sin importarle que estuviera empapada por el sudor que me provocaban los nervios.
-¿Qué te pasa Nessie?- me preguntó besando mi mano.
-Mis padres estuvieron llamando ayer cuando estábamos en el parque- mascullé entre dientes
-¿Y cuál es el problema?, La verdad ya se habían tardado en hacerlo, conociendo a Bella estoy seguro que te hubiera llamado a las pocas horas de haberse ido- apuntó Jacob entre pequeñas risas.
Tenía razón, mi madre me hubiera llamado incluso un minuto después de haber salido de la casa.
Tal vez mi papá había tenido algo que ver con que mi mamá no me llamara cada minuto del día.
-Lo que pasa es que Alice me dijo que debía hablar con ellos sobre nuestra relación y la verdad no se como decírselos sin que reaccionen mal- reconocí mirando a Jake de reojo.
-Así que la pequeña psíquica se me adelantó- repuso con una linda sonrisa. Lo miré extrañada –Yo iba a decirte lo mismo- explicó al ver mi expresión de completa confusión –Quiero hacer las cosas bien y eso significa que tenemos que explicarles a Bella y a Edward lo que hay entre nosotros antes de que alguien más lo haga- agregó volviendo a besar mi mano.
-Sí, tienes razón. Alice me dijo que iban a llamar hoy por la noche así que si quieres hoy hablamos con ellos- le propuse sin mucho ánimo. Jake solo asintió con una sonrisa.
Llegamos a la playa y Jacob me ayudó a salir del auto para después sacar una hielera, un par de toallas y una gran sombrilla del maletero y por último desamarrar las tablas de surf del techo.
Mientras acomodaba las cosas en la arena yo empecé a quitarme la ropa hasta quedar solo en bikini.
Me di cuenta que Jake hacía todo lo posible por concentrarse en lo que estaba haciendo, pero no podía hacerlo al verme con tan poca ropa, así que decidí ayudarle un poco y me alejé unos metros hacia la orilla del mar.
Escuché cuando Jake terminó de acomodar todo lo que había traído y también cuando empezó a quitarse la ropa. Tuve que hacer un gran esfuerzo en enfocar mi atención en el bello paisaje, porque sabía que si volteaba a ver a Jake estaba completamente segura que me quedaría con la boca abierta al ver su anatomía y no estaba dispuesta a que volviera a atraparme con la boca abierta ya había sido suficiente cuando lo hizo en el garaje.
El lugar era realmente hermoso, nos encontrábamos justo donde se hacían las olas más grandes, pero sin llegar a ser violentas, en pocas palabras en el lugar perfecto para surfear. Un poco lejos de donde estábamos había un acantilado impresionante. Era increíble para la vista y por alguna extraña razón me sentía atraída a él, pero estaba segura que si alguien se lanzaba de ahí tenía una muerte segura.
Aleje ese pensamiento de mi mente y seguí disfrutando del paisaje.
Tal como había dicho Alice, el sol brillaba con gran intensidad como pocas veces lo hacía aquí en Forks.
Los rayos tocaban mi piel dándole un hermoso y sutil brillo.
Jamás entenderé como es que la piel de los vampiros podía brillar con los rayos del sol, tal vez algún día llegue a averiguarlo.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no sentí a Jake acercarse hasta que rodeo mi cintura por atrás y apoyó su barbilla en mi hombro.
-Siempre me ha gustado el brillo de tu piel- dijo besando mi cuello. Me estremecí ante el tacto de sus labios en la piel de mi cuello.
-¿En verdad?- inquirí con la voz entrecortada.
-Sí y no solo eso, toda tú me gustas- aseguró junto a mi oreja con voz sumamente sensual antes de darme la vuelta para quedar frente a él y poderme besar con la misma pasión con la que lo había hecho en mi casa.
Colocó su ardiente mano en la parte baja de mi espalda y me atrajo más hacia su desnudo pecho. Yo rodee su cuello con mis brazos y me amoldé perfectamente bien a su cuerpo, sintiendo su piel contra la mía, cosa que me hacia estremecer.
-¿Quieres surfear?- me preguntó con una sonrisa exultante cuando dejó de besarme, pero sin soltarme de la cintura.
-Me gustaría pero no sé hacerlo- reconocí haciendo un falso mohín.
-Si quieres puedo enseñarte- me propuso encogiendo los hombros.
Le sonreí de manera traviesa antes de retorcerme en sus brazos para que me soltara,-lo cual hizo de inmediato-después me alejé unos metros de donde él estaba y me puse n posición de firmes, como un soldado a la espera de la orden de su general.
-Eso me parece bien. Dígame que es lo primero que debo hacer profesor Black- dije intentando no reírme por su expresión de confusión.
Al escucharme decir eso puso los ojos en blanco y después se puso muy derecho, se aclaró la garganta un par de veces y lentamente se acercó hasta quedar a escasos centímetros de mí.
-Muy bien señorita Cullen, lo primero que debe hacer es volver a besarme como solo usted sabe hacerlo- contestó rodeando mi cintura con una mano y con la otra empezó a acercar mi rostro al suyo.
Justo cuando nuestros labios estaban a punto de unirse, ladee mi rostro a modo que me besara la mejilla en lugar de los labios.
-Discúlpeme profesor pero debe saber que las relaciones entre las alumnas y los profesores están prohibidas- repliqué intentando parecer molesta.
-Lo sé señorita Cullen, pero le recuerdo que yo soy su profesor y usted debe obedecerme en todo- señaló dándome pequeños besos siguiendo la línea de mi mandíbula.
-Y yo le recuerdo que mi abuelo es el jefe de policía y podría denunciarlo por acoso a menores- contraataqué sintiendo como los labios de Jake recorrían mi mandíbula provocando que la piel se me erizara.
-No sería capaz de hacer eso señorita- aseguró besando el hueco de abajo de mi oreja.
-No a menos que quiera ir a prisión, profesor- admití con un suspiro.
-Por un beso tuyo iría al fin del mundo o al infierno mismo si fuera necesario- apuntó trazando una vez más la línea de mi mandíbula pero esta vez de regreso a mis labios.
Una parte de mi mente pedía a gritos los labios de Jake, mientras que la otra quería que siguiera con nuestro juego.
Pero solo podía complacer a una de ellas y sabía exactamente a cual.
-Pero al menos hoy no tendré que ir tan lejos ¿O sí?- inquirió dándome un beso en la comisura de los labios.
Ni siquiera me dio tiempo para contestar cuando ya me estaba besando.
Sus labios se movían insistentes sobre los míos y nuestras lenguas se buscaban frenéticamente.
Mis manos se perdían en el cabello de Jake, mientras que las suyas lo hacían en mi espalda.
Sus manos recorriendo mi piel me provocaba un delicioso cosquilleo.
No había otra cosa en el mundo que me gustara más que besar a Jake.
Cualquier persona que nos viera en este momento tal vez pensaría que Jacob y yo llevábamos meses saliendo, cuando en realidad son apenas unos días.
A veces creo que nuestra relación iba un poco apresurada, ya que una pareja normal no sería tan apasionada como lo somos nosotros a tan solo una semana de haber empezado con la relación.
Pero lo cierto era que nosotros no éramos una pareja normal y era casi imposible para mí no comportarme de esta manera cuando tenía un monumento de hombre entre mis brazos.
Las hormonas son traicioneras y más las mías. Tendría que buscar la forma de controlarlas.
-Hey Ang, llama a los bomberos porque aquí está que arde- las sonoras carcajadas de nuestro querido amigo Seth provocó que nos separáramos sobresaltados.
Al parecer hoy era el día de “interrumpir a Jacob y a Nessie cuando se están besando”.
Al darme la vuelta me, di cuenta que Seth venía con una chica que según sabía era la mejor amiga de mi mamá.
Cuando nuestras miradas se cruzaron, ella me sonrío con timidez, y yo le correspondí con mi mejor sonrisa.
Era muy bonita, su largo y oscuro cabello lo llevaba amarrado en una coleta baja y traía puestos unos pequeños shorts de mezclilla, una playera strapples en color rosa y unas sandalias del mismo color. En verdad era una chica muy linda y su actitud me recordaba poco a mi mamá.
-¡¿Qué hay Seth?!- lo saludo Jake -¿Qué acaso nunca te enseñaron a no interrumpir a la gente cuando están ocupados?- le preguntó con sarcasmo.
-Sí lo hicieron, pero la verdad no puse mucha atención en esa clase- reconoció lanzándome una mirada divertida. Yo desvié mi vista hacia el suelo con las mejillas encendidas.
-¡Ay chico!- exclamó Jacob sacudiendo la cabeza –Angela, deberías enseñare modales a ese niño- le sugirió acercándose a ella para darle un beso en la mejilla.
-Te prometo que lo intentaré Jacob- aseguró con una pequeña sonrisa.
Seth puso los ojos en blanco al escuchar eso.
-¿Y qué van a hacer chicos?- nos preguntó Seth de manera insinuante.
-¡Seth!-lo reprendió Angela dándole un pequeño golpe en el abdomen y sonriéndome a modo de disculpa al ver mi sonrojo.
-¿Qué?, solo tengo curiosidad- se justificó encogiendo los hombros
-Pues ya que tienes tanta curiosidad te lo diré. Vamos a surfear- contestó Jake señalando las tablas que estaban enterradas en la arena a unos cuantos metros detrás de nosotros. – ¿Y ustedes que harán?- inquirió con suspicacia.
Esta vez fue Angela quien se ruborizó.
-¡Jake!- le reprendí sonriéndole a Angela.
-Yo también tengo curiosidad- se quejó con voz inocente.
-Vamos a hacer salto de acantilado- respondió señalando con la cabeza el gran acantilado que estaba cerca de ahí.
El rostro de Angela palideció cuando vio el acantilado y sus pupilas se dilataron del miedo.
Y por su expresión supuse que Seth no le había dicho exactamente que iban a hacer este día.
¿Pero es que Seth estaba loco o qué? Como se le ocurriría hacer algo así. Se matarían si saltaban de ahí.
-Pues espero que Angela tenga un estomago de acero- comentó Jake al ver la expresión de ella.
Miré a Jacob con confusión. ¿Por qué no los detenía? Lo que estaban a punto de hacer era suicidio ¿y a él no le importaba?
-¡Ah no te preocupes!, ella es una chica fuerte- aseguró Seth rodeando a Angela por los hombros. –De acuerdo, será mejor que nos vayamos y dejemos solos a estos dos- añadió dirigiéndose a su temerosa acompañante.
-Cla…..claro- murmuró con mucho nerviosismo.
-Bien, luego nos vemos chicos- se despidió Seth dando la vuelta para irse.
-Adiós- dijo Angela con voz casi inaudible. Estaba muerta de miedo.
Vimos como se alejaban hasta que se convirtieron en dos diminutos puntos.
Quería correr a detenerlos pero no podía mover mi cuerpo, me había quedado petrificada de miedo solo de imaginarme a Seth y Angela saltando del acantilado.
-Daría lo que fuera por ver a Angela lanzarse del acantilado- dijo Jake entre risas.
-¡Jake no seas cruel!- le reclamé recuperando la movilidad de mi cuerpo -¡¿Qué no viste lo asustada que estaba Angela?!- le grité sumamente enfadada. ¡No era posible que eso le divirtiera! -¿Qué pretende Seth? ¿Matarse?- mi voz empezaba a escucharse histérica –Es más voy por Angela- anuncié caminando en la misma dirección por la que ellos se habían ido.
-Ness, Ness tranquilízate. No les va a pasar nada- dijo Jake tomándome del brazo.
-¿Y tú como lo sabes?- le espeté jalando mi brazo para que me soltara.
-¡Ay Ness! Porque yo me he lanzado de ahí- reconoció tomando mi mano entre las suyas.
-¿En verdad?- estaba impresionada por lo que acababa de escuchar.
-Claro que sí Nessie, todos los chicos de la reserva lo han hecho alguna vez- aseguró encogiendo los hombros. –Solo espero que se lancen desde lo más bajo o si no Angela no vuelve a salir con él- dijo en tono de broma más para sí mismo que para mí.
-¿De verdad te has lanzado de ahí?- le pregunté mirando el acantilado.
-Sí, pero yo lo he hecho desde allá- contestó señalando la parte más alta del acantilado muy orgulloso de sí mismo.
-¿En serio lo hiciste?- no podía creerlo. Era realmente impresionante.
-Por supuesto que sí Ness. Y no creerías quien más lo ha hecho- apuntó con un extraño brillo en los ojos.
-¿Ah sí? ¿Quién?- al brillo de sus ojos despertó mi curiosidad, necesitaba saberlo para entender el por qué del brillo.
-Solo prométeme que no le dirás que yo te lo dije, porque si se entera es capaz de matarme- me pidió intentando parecer serio.
-Prometido- dije levantando mi mano a modo de juramento.
-Fue Bella, tu madre- respondió con una gran sonrisa.
¿Mi madre? ¿Pero cómo?
De todas las personas en el mundo, jamás habría imaginado a mi mamá lanzarse de aquel acantilado.
-¿Mi madre? ¿Estás seguro?- estaba atónita, era casi imposible de creer.
-Sí Ness absolutamente seguro, Isabella, en ese entonces Swan tuvo la valentía de lanzarse de ahí- concedió señalando la punta del acantilado.
Me quedé mirando aquel imponente lugar por mucho tiempo, intentando imaginarme a mi mamá saltar de ahí, pero por más que me esforzaba no pude hacerlo.
Cuando volví mi vista a Jacob, me di cuenta que se había quedado con la mirada perdida en el infinito y en su rostro se dibujaba una gran sonrisa.
Al parecer estaba recordando varias cosas de su pasado y estaba casi segura que también estaba recordando los momentos que había pasado con mi mamá.
En ese momento sentí como los celos empezaban a crecer dentro de mí, quemando cada parte de mi cuerpo.
Puse más atención en la mirada de Jake y me di cuenta que el extraño brillo aún estaba ahí. Pero en este momento ya no me parecía tan extraño, entendía que tenía algo que ver con mi mamá y estaba dispuesta a averiguar lo que había pasado entre ellos.
-Jacob ¿Qué fue exactamente lo que pasó entre tú y mi mamá?- le pregunté con brusquedad mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho.
MIL DISCULPAS POR NO HABERLO PUESTO ANTES PERO ES QUE ME HAN DEJADO MUCHISIMA TAREA EN LA ESCUELA Y NO MEDABA MUCHO TIEMPO DE VENIR A ESCRIBIR
AHORA SI YA ESTA EL CAPI COMPLETO
SIENTO MUCHISIMO HABERME TARDADO TANTO EN VERDAD LO SIENTO
ESPERO NO ME ODIEN POR ESO
Y PARA COMPENSARLAS LES DEJARÉ UN PEDACIN DEL OTRO CAPI OKIS?
sábado, 15 de agosto de 2009
SEGUNDO TRAILER DE NEW MOON!!!!
Hola chiks!!
Tal vez ya todas hayan visto el segundo trailer pero aun asi no pdia dejar de ponerlo
espero que les haya gustado tanto como a mí ñ_ñ
Tal vez ya todas hayan visto el segundo trailer pero aun asi no pdia dejar de ponerlo
espero que les haya gustado tanto como a mí ñ_ñ
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