Primero que nada quiero disculparme por lo que pasó en los dñias anteriores. Se que fue una estupidez de mi parte hacer caso a esa persona pero es que ese día nadaba medio depre (por asuntos personales) y pues eso paso a amolar mi estado de animo. En verdad lo siento mucho, ademas me deje llevar, no pense las cosas antes de poner lo que puse en esa entrada pero como dicen al mal tiempo buena cara no? tambien por un lado estuvo bien que pasara lo que pasó pues conocí a muchas mas chicas que leen mi historia, así como a una maestra de español y literatura!!!!
les juro que no podia creerlo y es que no se si les había dicho pero yo quiero estudiar literatura!!! y cuando leí el correo que esta maestra me mandó pues me subió muchisimo los animos ñ_ñ
Tambien quiero darles las gracias a todas las que me han apoyado desde el princio y espero que así sigan eh chiks?
Bueno ahora sí como premio a mi tardanza les dejo el primer capitulo contado por mi querida Nessie COMPLETITO!!!!!
espero que les guste
¡LIBRE AL FIN!
Por fin era libre de pensar lo que yo quisiera sin que mi padre se molestar. Y lo mejor era que Jacob iba a estar a mí lado por tres largos meses.
A penas llevaba unos minutos de libertad y ya era adicta a ella. Y aunque seis vampiros fueran a a cuidarme día y noche, no sería lo mismo porque mis padres no estarían aquí.
Odiaba que mi padre pudiera leer mi mente. Era frustrante tener que guardar mis pensamientos bajo llave. Llegaba a sentirme como una prisionera en mi propia casa; con un lector de mentes, alguien que percibe los sentimientos y además una que ve el futuro-aunque so sea un punto borroso para ella-no era agradable que ocho vampiros y un hombre lobo estuvieran al pendiente de mí todo el tiempo, a veces era esesperante pero aún así los amaba con toda mi alma.
Decidí aprovechar que mi padre ya no estaba para darle rienda suelta a mis pensamientos y recapitular todo lo que había pasado en los últimos días. Por lo que fui al único lugar que me ayudaba a relajarme y poder pensar con claridad.
Un prado que mi abuelita Esme hizo para mí. Aunque tendría que decir que todos ayudaron a hacerlo. Mis tíos Emmett y Jasper arrancaron los árboles de raíz y para no desperdiciar la madera construyeron una pequeña casita en la que me refugiaba cada vez que llovía.Entre mi abuela, mis tías y mi madre plantaron miles de tulipanes-mis flores favoritas- de todos los colores posibles. Jacob también ayudó, solo que el plantó un enorme manzano a un lado de la cabañita.
Mi padre por su parte se dedico a llenar los estantes con mis libros favoritos entre los que dentaban Shakespeare con el mejor drama que existe en el mundo “Romeo y Julieta” , también tenía a Jane Austen y por supuesto el muy manoseado ejemplar que antes fue de mi madre “Cumbres Borrascosas” de Emily Bronte.
Además de mis libros tenía cuadernos de dibujo y todo lo necesario para pintar los hermosos cuadros que solía hacer. Siempre he tenido afición con todo a lo que arte se refiere
Incluso mi tío Emmett hacía bromas al respecto como decir que el monstruo del lago Ness había dejado de asustar a la gente para convertirse en una artista. Amaba pintar, dibujar y tocar instrumentos musicales, en especial el piano, igual que mi padre.
Había pasado poco más de un año desde la última vez que estuve aquí, ya que mis padres solían mandarme durante el verano para pasar una temporada con mi abuelo Charlie y por supuesto con Jacob. Todo estaba igual que la ultima vez que vine, bueno todo menos yo, puesto que en ese momento aparentaba la edad de entre los trece o
catorce años y mi cuerpo apenas empezaba a desarrollarse, sin embargo ahora no solo tenía el aspecto de una chica de diecisiete años si no que también mi cuerpo estaba perfectamente desarrollado y era capaz de despertar pasiones en cualquier hombre.
En cuanto abrí la puerta, volví a ser la pequeña Nessie de hace algunos años. Volví a recordar lo mucho que disfrutaba estar aquí, cuando la madera crujió bajo mis pies.
Para muchas personas que ven películas de terror, ese sonido era significado de que un asesino o un monstruo venía a acabar con sus vidas. Sin embargo para mí tenía un significado un poco más complejo y tal vez un tanto absurdo.
El crujir de la madera cuando la pisaba o abría alguna puerta, era sinónimo de hogar, también significaba volver al lugar al que pertenezco, volver a mis raíces y en realidad eso era; había vuelto al lugar donde nací, al único lugar al que pertenezco. Había vuelto y ahora sí era para quedarme.
Fui a la que ahí era mi habitación. Tomé una manta del armario y un cuaderno de dibujo junto con unos lápices, y salí de la cabaña; no sin antes quitarme los zapatos. Adoraba la sensación del pasto y la tierra mojada bajo mis pies.
Cuando llegue junto a mi manzano vi una gran manzana roja tirada en el suelo la tomé y estiré la manta bajo el arbol. Despues me senté con las piernas dobladas, apoyando mi espalda en el tronco y con la manzana entre mis manos.
En verdad me encantaban las manzanas y no simplemente por su delicioso sabor, si no también por lo que representaba.
Para mí, una manzana era mucho más que una fruta; representaba la seducción, el deseo, la pasión y el amor; así como también lo prohibido, la tentación y lo inalcanzable.Tal vez muchos pensarán que estoy loca al decir algo así de un simple fruto, pero la verdad era que yo siempre solía ver más
allá del exterior. A mi parecer todo tenía un significado mayor al que los demás
les daban a las cosas.
Dejé la manzana a un lado. Saqué una galleta mientras tomaba el cuaderno junto con un lápiz, lo puse en mis piernas y empecé a dibujar a mi lobo favorito, Jacob.
Lo amaba y lo amaba demasiado, pero aún cuando hablé con mi madre, no podía evitar pensar que mis sentimientos hacia él, eran producto de la imprimación. Aunque en el fondo sabía que no era eso no era cierto.
No comprendí del todo bien los motivos que mis padres tuvieron para ocultarme la verdad. Dijeron que lo habían hecho para que no me sintiera atada a Jacob y para que pudiera elegir entre varias opciones.¿Pero que opciones? Si no conocía a ningún muchacho aparate de él y los demás chicos de la reserva. ¿Cómo querían que tuviera otras opciones si en realidad no conocía a nadie que no formara parte de la familia? Era ilógico.
También dijeron que lo habían hecho para protegerme y no herirme, ¿Pero que acaso no se daban cuenta que me lastimaban cada vez que me separaban de Jacob?, ¿Qué era como si arrancaran una parte de mi corazón y la dejaran con él?.
Y ahora que se el motivo por el cual me sentía vacía cada vez que me alejaba de Jake, nunca volvería a irme de su lado.
Estaba segura de algo, había vuelto a Forks para quedarme y no existía poder humano o inhumano que pudiera alejarme de aquí.
La verdad tenía que darle las gracias a Leah, porque de no ser porque ella me odia, jamás me habría enterado de la verdad.
Sabía que ella me odiaba, así como el motivo que tenía para hacerlo, pero se me hacía totalmente absurdo que me odiara tanto por algo de lo que yo no tenía la culpa.
En un principio admiraba a Leah. Es un poco difícil de creer pero así era. Yo la consideraba como una mujer con una gran fortaleza
Jacob me contó la historia de Leah con Sam y como fue que él la dejó por Emily; claro que en ese entonces yo no sabía nada de la imprimación y no entendía por qué Sam había podido hacerle algo tan horrible a la mujer que se suponía amaba con el alma; sin embargo ahora que se de que se trata la imprimación, sentía pena por los tres. Por Sam porque debe ser sumamente duro para él ver a Leah a los ojos sin sentirse culpable de haberla destrozado. Por Emily porque ella y Leah eran casi como hermanas y también porque debe ser horrible ser el motivo por el que su prima sufra al verla alado del que alguna vez fue el amor de su vida.
Ese era el gran motivo por el cual yo admiraba a Leah. Si a mí me hicieran algo parecido me moriría, me partiría en mil pedazos y no seguiría como ella lo había hecho.
Me alegraba que ya no sufriera por Sam, pero ¿Por qué diablos tenía que enamorarse de Jacob?, eso hizo que todo lo bueno que pensaba de ella se viniera abajo,
despertando los sentimientos más horribles que hay en mí.La última vez que estuve en Forks fue que me di cuenta que Leah le coqueteaba a Jacob. Ahí fue cuando me empecé a percatar de lo mal que me caía y también que me estaba enamorando de Jake.
Cuando hablaba con Jake por teléfono y llegaba a mencionarla, sentía que a sangre me hervía.La envidiaba porque ella estaba con mi Jacob y pasaba todo el tiempo a su lado. La odiaba porque en cierto modo ella podía darle a Jacob cosas que yo todavía no podía. Y no soportaba que se refiriera a mi familia como sanguijuelas o chupasangres.
Lo que me recordaba algo que me dijo la última vez que la vi y no paraba de darmevueltas en la cabeza.
"Oh espera, tú no eres una sanguijuela,es más tú ni siquiera eres humana, tú eres una maldito bicho raro entre los chupasangres con los que vives"
Por más horrible que fuera, ella tenía razón.
Yo era un bicho raro en mi familia. Aunque lo cierto es que yo no lo veía de ese modo; yo simplemente como que era especial y maracaba la diferencia entre ellos.
Además era agradable ser mitad humana y mitad vampiro, pues podía disfrutar de lo mejor que tenía cada especie.
Sin embargo Leah no se había
puesto a pensar que su comentario medaba un motivo más para amar a Jacob y saber que eramos el uno para el otro
Él al igual que yo era una mezcla de dos especies y esta similitud me hacía pensar que mimamá tal vez tenía razón al decir que con o sin imprimación, Jacob se habría enamorado de mí en algún momento.
Adoraba a mi madre, siempre sabia que decirme aunque normalmente estuviera más nerviosa que yo. Ella siempre me había hecho sentir bien peor al parecer yo no le correspondía de la misma manera. Desde antes de nacer la hacia sufrir e incluso estuve a punto de matarla y ahora con mi enfermedad la hacía sufrir más que nunca al saber que la única salida era completar mi transformación.
No cabía duda alguna que no existe amor más grande que el amor de una madre hacia sus hijos y para prueba ahí estaba la mía que a pesar de todas los cosas por las que la he hecho pasar, me ama más que a nadie en el mundo, incluso me atrevería a decir que me ama más que a mi padre.
Yo quería decirle que no tuviera miedo porque yo no lo tenía. En realidad a lo único a lo que le temía era a que Jaco dejara de amarme cuando fuera un vampiro completo.
Pero eso sería imposible.
No podía evitar sentirme mal por todo lo que ha pasado desde antes de mi nacimiento. Toda mi familia ha sufrido desde entonces y ahora que estaba enferma, mucho más.
Siempre me han cuidado como si fuera una de las piezas de porcelana carísimas de mi abuelita Esme y pudiera romperme en mil pedacitos ante el menor roce. Y a veces era desesperante tener tanta protección y no poder hacer lo que yo quiera sin que ellos lo consideraran peligroso. Era frustrante tener ocho pares de ojos-sin contar a Jake- vigilando cada paso que daba. Pero ahora con mi enfermedad iban a estar mucho más a l pendiente de mí que antes. Cuidando que no hiciera ningún esfuerzo que me provocara otro desmayo-o la muerte-que me tomara todos los medicamentos que mi abuelo me recetó. Iba a ser insoportable tenerlos día y noche pegados a mí.
Lastima que no dormíanSegún mi abuelito yo me había provocado la
enfermedad-inconscientemente- y eso lo hacía mucho más frustrante.
-¿Por qué no puedes hacer nada bien Renesmee?-exclamé aventando al suelo lo que tenía en las piernas, para después poner mis manos en mi rostro, apoyando los codos en las rodillas.
No era posible que no me salieran bien las cosas.
Primero, casi mato a mi mamá. Después los Vulturi intentan matar a toda mi familia por MI culpa. Luego hacía que mis padres pasaran malos ratos- y vergüenzas-cada vez que me enfrentaba a Lea como vil adolecente malcriada. Y para acabar de empeorar las cosas, ahora estaba enferma a muerte.
Pero lo peor de todo esto, era ver que Jacob sufría por mi culpa y eso me hacia sentir mil veces peor.
Lo amaba demasiado y me dolía hasta el fondo de mi alma verlo tan triste.Estoy egura que lo que siento por él no es solo atracción, si no un inmenso amor por el que sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de estar a su lado.
Cada vez que me decía preciosa, me sentía inmensamente feliz. Cada vez que me tomaba de la mano, me besaba en la mejilla o me abrazaba, parecía que mi piel ardía en llamas-y no precisamente por la temperatura de su cuerpo-y mi corazón quería
salirse de mi pecho.- ¿No será ese otro motivo de mi enfermedad? No lo sé y tampoco quiero pensar en eso.
El día que me dijo que me amaba, fui la chica más feliz del universo, sentí como una parvada de mariposas revolotearon en mi estomago cuando pronuncio las palabras más hermosas que había me dicho, ya nada tenía importancia para mí, solo Jake y el amor que nos teníamos. Y cuando estuvo a punto de besarme, sentí como mi corazón latió mucho más rápido de lo normal, solo de la emoción. Tener a Jake tan cerca me había provocado una extraña y deliciosa sensación. Una descarga eléctrica recorrió cada milímetro de mi cuerpo al estar a escasos centímetros de sus labios. En ese momento quería abrazarlo con todas mis fuerzas, amoldando mi cuerpo al suyo, mientras nos fundíamos en un hermoso y deseado beso cargado de amor y tal vez un poco de pasión. Pero cuando se separó de mí tan repentinamente, no podía creerlo.
¿Que acaso él no sintió lo mismo que yo? ¿Que no deseaba con todas sus fuerzas tomarme en sus brazos y besarme con toda el alma? ¿O tal vez no se atrevió porque mis padres nos estaban mirando? No lo sé, pero cuando lo hizo sentí horrible, me sentí rechazada y fue por eso que prácticamente lo obligué a confesar que me deseaba más a nada en el mundo, necesitaba que me lo dijera para saber si sentíamos lo mismo el uno por el otro. Y así fue; él me deseaba tanto como yo a él. Incluso olvidé que mis padres estaban ahí, Ya era hora de ser quien realmente era y no la que ellos
querían que fuera.
Ahora que sabía que Jake me amaba, ya nada importaría, ni siquiera lo que mi familia pensara de nosotros. Ya era tiempo de vivir mi propia historia de amos y estaba dispuesta a enfrentar lo que fuera con tal de estar con el amor de mi vida.
Recargué la espalda en el tronco y cerré los ojos. Disfrutando del viento que llevaba las últimas gotas de lluvia de la noche anterior alborotarme el cabello, el dulce aroma de las flores, el ligero aleteo de las mariposas, el canto de las aves y el zumbido de las abejas que volaban entre las flores.
Sin darme cuenta me quedé profundamente dormida. Sumiéndome en un hermoso sueño a lado de Jacob.
Nos encontrábamos sentados a al orilla del mar. Él recargaba su espalda en uno de los troncos que el agua arrastraba hasta la orilla, y yo estaba recostada sobre su pecho, sintiendo el calor que despedía su piel.
Mirábamos en silencio el bello atardecer que caía sobre nosotros y la maravillosa masa azul que teníamos enfrente, regalándonos los últimos rayos de sol; los que provocaban que mi piel tuviera un ligero brillo como del polvo de diamante.
De pronto, Jacob puso su mano debajo de mi barbilla, ladeando mi rostro hacia el suyo, obligándome a mirarlo a los ojos y perderme en la profundidad de su mirada. Con su pulgar delineó mi labio inferior. Dejándome una sensación de cosquilleo. Me sonrió de la manera más arrebatadora posible provocando que me diera un vuelco el corazón. Después clavó su mirada en mis labios y lentamente empezó a bajar su rostro. Cerré los ojos, disfrutando de la sensación que su aliento provocaba en mi piel y justo cuando sentí el ligero roce de sus labios contra los míos; Mi estúpido celular empezó a sonar, sacándome de mis ensoñaciones.
Abrí los ojos furiosa. ¿Qué ni siquiera en mis sueños podía besarlo? Estaba tan molesta que sería capaz de matar a quien me hubiera despertado.
Saqué el celular de mis pantalones.
-¿Bueno?-contesté sin mirar el número; de cualquier forma solo podían llamar de mi casa.
-Ness tienes que volver, es urgente- el tono de angustia en la voz de Alice hizo que el miedo se apoderara de mí
-¿Qué pasa tía?-pregunté con gran preocupación pensando que algo le había pasado a Jake.
-El padre de Jacob se puso mal y tenemos que ir al hospital.
