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Este blog esta creado para todas aquellas que como nosotras aman la saga de crepusculo.
Aqui encontraran info acerca de los actores, los libros , las pelis bueno de todo lo relacionado con el mundo de crepusculo.
Ademas les tengo una gran sorpresa a las que 4 libros y dos peliculas (por lo pronto) no son suficientes, ya que estoy escribiendo mi propia continuacion de amanecer y no es porque yo la escriba pero de verdad esta muy interesante así que ...¿que es lo que están esperando? corran a leerla y dejen su comentario que es lo que me motiva a seguir ñ_ñ

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domingo, 12 de julio de 2009

CAPITULO XIII: "TU DOLOR ES MI DOLOR"

HOLA CHIKS!!!!
Quiero aclarar una cosita, el cumple de nuestra querida mimi fue el 9 de julio no el 8 como salio en la entrada pasada, lo que paso es que yo ya habia hecho la entrada y dejado el borrador en el escritorio y se supone que Lea iba a copiar el borrador en una nueva entrada el dia 9 pero creo que no nos estendimos bien y publicó el borrador que yo ya había hecho un dia antes (el 8) y por eso salio con esa fecha pero bueno un error lo tiene cualquiera no? ñ_ñ
Una vez mas mimi: feliz cumple espero que te la hays pasado increible, tienes que contarme lo que hiciste eh?

Bueno ahora si aqui esta el capi completo

"TU DOLOR ES MI DOLOR"


Eso fue lo único que necesite escuchar para salir corriendo de regreso a mi casa, dejando mi celular tirado en el pasto, pero antes alcancé a escuchar a mi tía decir “Quédate ahí, Jasper va a ir a buscarte”.

Tenía que ver a Jacob, saber cómo estaba. Decirle que todo iba a esta bien y no iba a esperar a que Jasper viniera a buscarme.

A medio camino me empezó a faltar el aire, pero no le di importancia, me urgía llegar a mi casa y saber que pasaba con Billy.

Cuando entré a la casa, tuve que agarrarme del marco de la puerta para no caerme. La falta de oxigeno estaba a punto de dejarme inconsciente otra vez. Pero afortunadamente en ese momento llegó Alice a mi lado con un tanque de oxigeno y me colocó la máscara. Ayudando a que mi respiración se regulara. Inhalé y exhalé lentamente un par de veces hasta que mi respiración se normalizó.

-Ness, te dije que Jasper iba a ir por ti, recuerda que no debes hacer ningún esfuerzo- me regaño quitándome la máscara y haciendo el tanque a un lado.

-Lo siento- me disculpe con una pequeña sonrisa –Pero tenía que saber que pasaba y no podía esperar a que Jazz fuera por mí- intenté justificarme.

-Está bien Ness, solo no vuelvas a hacerlo- suplicó haciendo un mohín.

-¿En donde esta Jacob? ¿Qué pasó con Billy? ¿En donde esta mi abuelo?- pregunté tan rápido que las palabras se me atropellaban. Estaba demasiado nerviosa como para poder controlar mi voz.

-Tranquila Nessie, puede hacerte daño

-Entonces dime que pasa- insistí desesperada.

-Pequeña esas son muchas preguntas y tenemos que irnos ya- contestó tomando su bolso y las llaves de su auto- ¿Por qué no traes zapatos?- preguntó viendo mis pies.

-¡Ay los olvidé!- respondí mirando mis pies descalzos. De la prisa que tenía por llegar a mi casa los había dejado en la cabaña.

En ese momento llegó Jasper con mis cosas en las manos.

-Nessie ¿Por qué no me esperaste?- inquirió un poco molesto.

-Lo siento Jazz no te enojes- fui a abrazarlo y darle un beso en la mejilla a modo de disculpa.

-Eres una pequeña tramposa- aseguró dándome mi celular y los zapatos.

-¡Chicos vámonos!- nos apuró Alice desde la entrada del garaje.

Me puse los zapatos y entramos al garaje, en donde Alice nos esperaba dentro de su Porsche, que ya estaba encendido. Me di cuenta que ni el Mercedes ni el BMW estaban ahí.

Jazz y yo subimos al coche y Alice pisó el acelerador hasta el fondo, provocando que las llantas chirriaran.

-¿Ahora sí pueden decirme que fue lo que pasó?- pregunté mirando a Alice y a Jasper simultáneamente.

-Leah llamó a la casa para avisar que Billy se había puesto mal- dijo Alice mirándome con cautela por el retrovisor.

-¿Leah estaba con Billy?

-Sí, ella estaba en la casa de Jacob cuando pasó; al parecer estuvo ahí toda la noche- contestó temerosa volviendo a mirarme por el espejo retrovisor.

-¿Cómo que estuvo toda la noche en casa de Jacob?- los celos empezaron a comerme por dentro.

Era como un fuego que quemaba cada partícula de mi ser y gritaba que fuera a reclamar lo que era mío.

-Tranquilízate Ness, te va a hacer daño- me advirtió Jasper intentando relajarme.

¡Al diablo con eso! ¡Leah había pasado la noche en casa de MI Jacob!

Jasper se esforzó en mandarme oleadas de tranquilidad hasta que logró relajarme un poco.

Cuando Alice supo que ya estaba mejor, continúo.

-Una vez que Jacob terminó de hablar con Leah, le pidió a Carlisle que lo acompañara a su casa para que revisara a su padre y ver si era necesario llevarlo al hospital. Así que Carlisle, Esme y Jacob se fueron inmediatamente para La Push. Tuvieron que hacer caso omiso al tratado.

-¿Y Rose y Emmett?

-Se fueron poco antes de que tú llegaras.

-¿Rose fue al hospital?- pregunté completamente atónita. A Rose no le caía nada bien Jacob. En realidad no soportaba estar cerca de él y en cada oportunidad que tenía hacía comentarios despectivos de él.

-Por extraño que parezca, se preocupo por Jacob- contestó entre risitas –Pero también lo hizo por ti, ella sabe que si Jake sufre tú también lo haces.

No pude decir nada. Estaba a gradecida con Rosalie. Ella siempre ha sido como una segunda madre para mí y la verdad es que yo la veía como tal. Y al saber de lo que era capaz de hacer por mí hacía que la quisiera mucho más que antes.

En ese momento llagamos al hospital. Alice estacionó el coche y rápidamente nos dirigimos a urgencias.

Al entrar a la sala de urgencias me impresioné al ver que todos los quileutes estaban intentando controlara Jacob que tenía agarrada Leah por los hombros y la zarandeaba con gran violencia.

-Jake hermano suéltala- dijo Quil poniendo su mano en el brazo de Jake.

-¡¡Contéstame Leah!!- exigió Jake furioso. La expresión de su rostro me dio mucho miedo, parecía un verdadero lobo.

Por otro lado, Leah lloraba desconsoladamente y evitaba mirar a Jake directamente a los ojos.

Cuando su mirada se cruzó con la mía, no fue la mirada llena de odio que solía hacer cada que me veía si no una de alivio y agradecimiento.

Jacob se dio cuenta que había llegado en cuanto siguió la mirada de Leah para encontrarse con la mía y lentamente soltó el brazo de Leah.

¿Qué había pasado aquí? ¿Por qué Jacob trataba así a Leah?

Toda clase de preguntas de ese estilo se atropellaban en mi mente, no comprendía nada de lo que había presenciado y solo Jacob podía aclararlo, pero este no era el momento apropiado para resolver mis dudas.

Fui corriendo hacía él y me lancé a su cuello.

-¿Jake, como está Billy?-le pregunté en voz baja.

-No lo sé Ness, Carlisle lo está revisando- contestó con tristeza.

-Ya verás como todo va a estar bien- susurré abrazándolo más fuerte.

Nos quedamos abrazados en una esquina mientras esperábamos noticias de Billy.

Me di cuenta que de vez en cuando, Jake fulminaba a Leah con la mirada, que estaba llorando en los brazos de su hermano.

Después de un rato, mi abuelito Carlisle se acercó a nosotros con una gran expresión de preocupación reflejada en su rostro.

Rápidamente, Jacob fue hacia mi abuelo llevándome de la mano con él

-Carlisle ¿Cómo está mi padre? –inquirió Jacob muy angustiado.

Todos se pusieron a nuestro alrededor para escuchar el diagnostico.

-Jacob, tengo que ser sincero contigo –inconscientemente Jacob apretó mi mano con fuerza –Tu padre está muy mal, tiene una insuficiencia cardiaca provocada por la hipertensión y la diabetes que Billy padece

-¿Hipertensión?- dijo Jacob sacudiendo la cabeza con confusión.

-Billy padece diabetes desde hace muchos años, eso fue lo que le provocó la invalidez…

-Sí, si eso ya lo sabía- aseguró – ¿Pero que tiene que ver la hipertensión?

-Lo que sucedió es que él no se atendió con su diabetes con los medicamentos necesarios para controlarla, y al no hacerlo la hipertensión se desarrollo tanto que se convirtió en insuficiencia cardiaca.

-¿Y eso que quiere decir?- Jacob aún no entendía lo que pasaba.

Yo por mi parte entendía perfectamente bien lo que estaba pasando, pues no era la primera vez que escuchaba a mi abuelo hablar de esa manera. Además en ocasiones me había dado una pequeñas clases de medicina, pero suficientes para saber que era lo que tenía Billy.

-Bueno, quiero pensar que sabes que estas dos enfermedades van deteriorando el organismo poco a poco ¿cierto?- Jake asintió –Pues lo cierto es, que éstas alcanzaron el corazón y esto significa que su corazón ya no funciona como debería hacerlo.

-¿Y….y no puede hacer nada?- preguntó Leah con lagrimas en los ojos y la voz entrecortada.

-Podría hacerle un trasplante pero para ser sincero no serviría de mucho. Lo lamento Jacob- dijo apretando el hombro de Jake con una mano.

Las lágrimas empezaron a hacerse presentes tanto en mis ojos como en los de Jacob.

-¿Cuánto tiempo le queda?- preguntó Jacob en voz baja

-No lo sé con exactitud hijo, tal vez unas cuantas horas él está demasiado débil- admitió con la tristeza traspasándole la mirada.

-¿Esta consiente? ¿Puedo verlo?-la voz de Jacob se tornó suplicante.

-Sí, esta consiente y en realidad quiere hablar contigo

-¿En dónde está?- mi abuelo le dio instrucciones para ir con Billy y rápidamente se dirigió a la habitación, después de darme un beso en la frente.

Me hubiera gustado acompañarlo, pero Jacob necesitaba estar a solas con su padre antes de que él muriera.

En cuanto Jake se fue, Emmett me abrazó mientras Rose pasaba su mano entre mis rizos.

Me sentía muy triste por lo que le estaba pasando a Jake, era como si mi propio padre estuviera a punto de morir. Jamás me había puesto a pensar en que sentiría si alguno de mis padres muriera hasta este momento y aunque era seguro que jamás lo harían no podía evitar sentir dolor ante aquel pensamiento.

Todo el tiempo lloré en silencio en los brazos de mi tío, hasta que, después de una hora aproximadamente, Jacob se acercó a mí con los ojos enrojecidos.

En cuanto vi su rostro temí lo peor, creí que venía a avisarnos que Billy había muerto.

-Ness, Billy quiere verte –anunció estirando la mano.

Me sentí aliviada por saber que Billy seguía vivo.

Sin pensarlo dos veces tomé la mano de Jake y nos dirigimos hacia la habitación.

Entramos lentamente, intentando hacer el menor ruido posible, por si Billy estaba dormido.

Ahí estaba, recostado en la cama, con toda clase de cables adheridos a su cuerpo.

La imagen era deprimente y no pude evitar que mis lágrimas volvieran a salir.

Había visto a Billy riendo, haciendo bromas con los chicos, siempre lucía mucho más fuerte que un roble, Jamás lo había escuchado quejarse de nada. No era de la clase de personas que se dejaban intimidar, sino todo lo contrario, él podía resultar realmente intimidante.

Y ahora verlo tumbado en una cama, tan vulnerable y débil era imposible no llorar y sentirse mal por él.

Jake me hizo sentar la silla que había a un lado de la cama antes de ir por otra para él.

Una vez que ambos estábamos sentados, Jake empezó a llamarlo en susurros.

-Billy, viejo despierta, aquí esta Nessie- dijo apartándole el cabello de la frente.

Billy abrió los ojos lentamente y esbozó una pequeña sonrisa con dificultad.

-Nessie, mi niña- me llamó intentando tomar mi mano.

-Aquí estoy Billy- contesté estirando mi mano para que la tomara.

-Ness, cuida de mi muchacho. Él te quiere y sé que tú también- Jake y yo nos miramos como si estuviéramos afirmando lo que su padre decía.

-Claro que sí Billy, pero tú me tienes que ayudar. Debes luchar para salir adelante. Hazlo por Jacob y por tus hijas- le suplique entre sollozos.

No soportaba que dijera eso. Era demasiado doloroso

-Lo siento pequeña, pero ya no puedo, estoy muy cansado para seguir luchando. Ha llegado la hora de reencontrarme con mi Sarah- respondió negando con la cabeza.

-No, no digas eso papá- exclamó Jacob limpiándose las lagrimas con la mano

-Lo siento mucho Jake, no sabes cuánto – Billy empezó a llorar desconsoladamente – No te imaginas cuanto me duele saber que no estaré aquí el día que te cases o que no conoceré a mis nietos- en ese momento una hermosa imagen inundó mi mente.

Jacob y yo caminando en la playa tomados de la mano mientras dos pequeños, un niño y una niña, corrían a nuestro alrededor.

Billy sonrió, al parecer pudo ver la misma imagen que yo. Me sonrojé sin poder evitarlo.

-No te des por vencido Billy, puedes salir de esta- dijo Jacob tomando la mano de su padre.

-Diles a tus hermanas que las amo- susurró empezando a cerrar los ojos.

-No Billy, no te vayas. ¿Quién me va a despertar en las mañanas? ¿Quién va a decirme que soy un holgazán? ¿Quién va a regañarnos a los chicos y a mí? ¿Quién va a contarnos las leyendas? No puedes irte Billy, tienes que estar aquí el día que me case y ver crecer a tus nietos, enseñarles nuestras tradiciones, balconearme enfrente de ellos. ¿Quién va a hacer todas esas cosas?- al escuchar las palabras de Jacob, mi alma se partía en mil pedazos, me dolía verlo así.

-Ya no puedo hacerlo Jake, estoy muy viejo para eso. Tú tomarás mi lugar en el consejo, es tu deber hacerlo, ahora yo debo irme con tu madre, ya es hora de volver a bailar con ella- me impresionaba que Billy no dejara de bromear ni cuando estaba a punto de morir.

-Billy no….

-Shh calla hijo, hay algo que tengo que decirles antes de irme- con un enorme esfuerzo tomó nuestras manos entre las suyas, utilizando toda la fuerza que le quedaba y nos miró con severidad –A partir de ahora tienen un largo camino que recorrer pero tienen que estar unidos para hacerlo, porque separados serán como dos frágiles ramas que se romperán ante la menor brisa, pero juntos serán tan fuertes como el tronco de un gran roble- respiró con dificultad un par de veces antes de continuar –Habrá quien querrá separarlos, haciendo todo lo posible hasta lograrlo.

-Papá que….

-Jake déjame terminar- le pidió Billy casi sin aliento –Desde este momento la única arma que tendrán para defenderse será su amor. No permitan que nada, ni nadie se interponga entre ustedes pero sobre todo nunca desconfíes el uno del otro.

-¿Por qué dices eso Billy?- le pregunté confundida, pues no entendía porque decía esas cosas.

Sin embargo, por la expresión que concentración que tenía Jacob en el rostro, supuse que él si sabía lo que pasaba.

-Porque no quiero que nadie los separe- reconoció con voz casi inaudible y disminuyendo la fuerza con la que tomaba nuestras manos –Nunca olviden esto y pase lo que pase permanezcan juntos.

En ese momento, el ritmo cardiaco de Billy empezó a disminuir, hasta que un largo pitido anunció la muerte de un gran ser, la muerte del quileute más sabio que había conocido, la muerte del gran Billy Black.


ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO
Y TENGO QUE AVISARLES QUE EL PROXIMO CAPITULO VA A CONTARLO JACOB
OKI?