"DOLOR RECOMPENSADO" POV JACOB (DESPUES DE TU DOLOR ES MI DOLOR)

hola hola niñas
Este capi mas que ser parte de la histo seria como un "capi eliminado"
es solo para que entiendan un poquito mejor lo que esta pasando y lo que va a pasar
porque este no estaba en la idea original pero bueno tenia que hacerlo asi que espero que les guste
esta bastante largo..........ya ven que a mi no me gusta escribir capis largos jeje

POV. JACOB
Hacía horas que Nessie se había marchado. Quise acompañarla, pero ella me dijo que quería ordenar su mente y para eso necesitaba estar sola.
Su ausencia me ponía los nervios de punta. Tal vez era paranoico al pensar que algo podría pasarle pero no podía evitarlo.
Aunque otro de los motivos por el que ya quería que volviera era porque tenia algo muy importante que decirle. Quería pedirle que fuera mi novia, ahora que Edward no estaba aquí para impedírmelo. Tenía que aprovechar estos tres maravillosos meses que él no iba a estar aquí para leerme la mente.
Y aquí esta yo, un licántropo, metido en la casa de unos vampiros. En donde viviría por tres meses y tendría que soportar el asqueroso aroma dulzón que despedían sus cuerpos.
Era irónico como hace algunos años odiaba a esta familia y ahora incluso podía considerarla mía. Pero era aún más irónico el hecho que el hombre que más he odiado en toda mi vida sea al padre de la chica más hermosa que existe en el universo.
Los minutos pasaban con extrema lentitud. Parecía que el tiempo me estaba haciendo una mala jugada. De vez en cuando, miraba el reloj que estaba en la pared y me llevaba la gran sorpresa al ver que apenas habían pasado unos minutos.
Caminaba de un lado para otro, como un león- en mi caso lobo- enjaulado.
Los Cullen- excepto Carlisle y Esme-estaban sentados frente al televisor, fingiendo ver un programa de moda, pero en realidad solo me veían ir y venir de cada rincón de la casa.
-¿Alguien quiere darle un hueso al perro para que se calme? Me está volviendo loca con tanto que se mueve- exclamó la Barbie haciéndose la víctima.
-Solo si el hueso es tuyo dejo de dar vueltas- resoplé molesto.
No tenía ánimos de pelear con ella. Estaba demasiado preocupado por Nessie.
No debí dejarla ir sola. Debí seguirla, aunque fuera de lejos y ver que estaba bien.
Ni siquiera había llamado para decir que estaba bien.
-Tranquilo Jake, ella está bien- no sentí que Alice estaba detrás de mí hasta que me habló.
-Pero no ha llamado….- y como si fuera un acto divino, el teléfono empezó a sonar.
Mi corazón latió frenéticamente al escuchar aquel sonido que tanto había estado esperando. Ni siquiera sabía si era Nessie pero tenía la esperanza de que si lo fuera.
Intenté contestar pero Jasper se me adelantó.
-Casa de la Familia Cullen- agucé el oído para escuchar si realmente era mi pequeña.
-Qui….quiero hablar con Jacob
¡¿Leah?!
¿Leah llamando a la casa de los Cullen? ¿Y llorando?
¿Pero qué demonios había pasado?
-Permíteme. Jake- me ofreció el teléfono con cara de confusión.
Lo tomé si pensarlo ni un segundo
-¿Qué pasa Leah?- le pregunté confundido. Aún no salía de mi asombro.
-Jake, tienes que venir, es urgente- logró decir entre sollozos.
-¿Pero qué pasó?- escuchar a Leah de esa manera empezaba a preocuparme. Debía ser algo muy malo para provocar que ella llorara.
-Es….es tu padre- balbuceó.
- ¿Mi padre? ¿Qué le pasó?- mi preocupación se hizo mayor.
Billy había empezado a sentirse mal y aunque él nunca que quejaba, yo no era tan estúpido como para no darme cuenta.
Leah no contestó.
-¿Leah qué le pasó a mi padre?-le grité empezando a molestarme por su silencio.
Al escuchar mis gritos, todos los Cullen se pusieron a mí alrededor, incluso Carlisle y Esme que segundos antes no estaba ahí.
-Se…..se desmayó- contestó entre sollozos.
-¿Qué? ¿Cómo que se desmayó?- no podía dar crédito a lo que escuchaba.
-No sé cómo pasó, estábamos platicando y después se desmayó- aseguró con la voz entrecortada.
-¿Pero cómo? – las lagrimas empezaron a salir de mis ojos.
-NO LO SÉ JAKE, NO LOSÉ- exclamó con tono histérico y rompiendo a llorar.
Sentí como Jasper me tranquilizaba para que pudiera pensar mejor.
-Está bien Leah tranquilízate. Llama a Seth, cuéntale lo que pasó y dile que nos vemos allá en unos minutos- le dije lo más tranquilo que pude.
-Si, si lo que tú digas- masculló sollozando –Jake, no tardes
Esme corrió a abrazarme. Su aroma me quemaba la nariz pero su abrazo era reconfortante, así que no le di importancia.
-Todo va a estar bien hijo ya lo verás- susurró dándome un beso en la mejilla.
-¿Carlisle, puedes acompañarme?- le pregunté cuando Esme me soltó
-Claro que si Jacob, pero tienes que avisarle a los chicos para que no me ataquen cuando nos vean atravesar el límite- me propuso con seriedad mientras metía unas cosas en un maletín que Alice le había llevado.
-Sí, tienes razón. Ya vuelvo- salí corriendo de la casa, adentrándome unos metros en el bosque.
Me quité la ropa y entré en fase.
Inmediatamente localicé a Quil y a Embry en el límite de la frontera.
“Chicos, voy a ir a La Push con Carlisle. No quiero que hagan nada cuando vean su auto cruzar el límite” dije con toda la autoridad que pude.
“Pero Jake, Sam no va a…..” empezó Embry.
“ME IMPORTA UN BLEDO LO QUE SAM DIGA” estaba muy ansioso por la salud de mi padre como para preocuparme por lo que Sam dijera “YO TAMBIEN SOY EL ALFA, ASÍ QUE LIMITENSE A ACATAR MIS ORDENES”
Salí de fase sin darles y tiempo de protestar. Jamás les había hablado así a mis amigos, después tendría que disculparme con ellos.
Cuando regresé a la casa, Carlisle y Esme me estaban esperando en el coche de él.
Al pasar la frontera pude ver a Quil y a Embry escondidos entre los arboles.
Llegamos a mi casa en tiempo record.
Supe que nos escucharon llegar cuando Seth nos abrió la puerta.
-Jake que bueno que trajiste al doctor Cullen contigo- dijo guiándonos a la sala, en donde Billy estaba recostado en el sofá.
En cuanto Leah me vio, vino corriendo a abrazarme.
-Lo siento Jake, fue mi culpa- sollozaba mientras Carlisle revisaba a mi padre.
-Claro que no Leah, no fue tu culpa- le aseguré soltándome lo más educadamente posible. No me gustaba que Leah me abrazara, no quería que se hiciera falsas ilusiones.
-¿Leah cuanto tiempo lleva inconsciente?- le preguntó el doctor
-No lo sé…….quince o veinte minutos- respondió con gran nerviosismo.
-¿Qué hacia antes de perder el conocimiento?- inquirió revisando el corazón de Billy.
-Discutíamos- admitió avergonzada.
-¿QUE?- exploté.
Ella sabía perfectamente bien que mi padre había estado sintiéndose mal los últimos días.
¿Cómo se atrevió a discutir con él, sabiendo su estado?
-Lo siento mucho Jake, no fue mi intención, se me fue de las manos. Estábamos platicando tranquilamente pero poco a poco empezamos a alterarnos, luego Billy comenzó a sentirse mal y se desmayó- intentó justificarse con las lagrimas cayendo por sus mejillas.
-¿Y de que demonios hablabas con él?- mi cuerpo empezaba a temblar de dolor y furia.
-Jacob, no hay tiempo de explicaciones. Es urgente que llevemos a tu padre al hospital- intervino Carlisle guardando sus cosas en el maletín.
-¿Quieren que llame a la ambulancia?- se ofreció Seth tomando el teléfono.
-No, no podemos esperar a que llegue. Ustedes suban a Billy a mi coche mientras yo hago unas llamadas- nos indicó a Seth y a mí –Leah por favor avisa a Sam y los demás chicos- ella asintió.
-Lo siento- murmuró antes de salir corriendo de mi casa.
-Esme ve a la cas ay avísale a los chicos que vamos para el hospital- le dijo empezando a marcar un numero en su celular.
Esme salió disparada. Seth y yo llevamos a mi padre con mucho cuidado hasta el auto de Carlisle.
Yo me subí en el asiento trasero para sostener a Billy. Carlisle salió de la casa, subió al auto y piso a fondo el acelerador.
No me di cuenta hacia que hospital nos dirigíamos hasta que vi el edificio en el que Carlisle trabajaba.
-Carlisle, yo no puedo pagar esto- admití
-No te preocupes Jake, los gastos corren por mi cuenta- contestó mirándome por el retrovisor.
En otra situación me habría negado, pues no quería que pensara que son un aprovechado, pero Billy necesitaba estar en un buen hospital y que mejor que en el que trabajaba Carlisle.
En cuanto nos vieron llegar los paramédicos, inmediatamente se acercaron a nosotros con una camilla y llevaron a mi padre hacia el área de urgencias.
Carlisle iba dando órdenes a las enfermeras.
Al llegar a la sala de espera, Carlisle me tomó del hombro.
-Jacob, no quiero se pesimista pero Billy está muy grave y no estoy seguro de que sobreviva- dicho esto se fue.
Sentí como las piernas se me hacían como de gelatina y antes de caerme al suelo, me senté en uno de los sillones que había ahí.
No podía ser verdad. No podía creer la poca suerte que tenía.
Ahora que lo pienso, mi vida siempre ha sido muy injusta y sumamente dolorosa.
La muerte de mi madre, la invalidez de mi padre, la ausencia de mis hermanas, lo que viví con Bella entes que se convirtiera, cuando los estúpidos vampiros italianos querían matar a mi Nessie y ahora las dos personas más importantes de mi vida estaban gravemente enfermas.
¿Cuánto más tendría que sufrir para lograr se completamente feliz?
En ese momento llegó Esme junto con Emmett y…. ¿Rosalie?
¿Qué hace la Barbie aquí?
Bueno no importa, mientras no empezara a hacer sus odiosos comentarios, todo estaba bien.
Al poco tiempo llegaron los chicos. Entraron uno detrás de otro y se veía que estaban muy preocupados.
Al final de la fila venía Seth abrazando a Leah.
Sin pensarlo dos veces, me levanté y arrebaté a Leah de los brazos de su hermano.
La ira me comía por dentro, al grado de empezar a temblar. Intentaba controlar los temblores, no quería entrar en fase frente a las enfermeras, pero no podía tranquilizarme.
Sabía que Leah había tenido algo que ver con lo que le estaba pasando a mi padre y tenía que descubrirlo.
-¡Hey suéltala!- exclamó Seth con molestia.
Pero no le hice caso, sino todo lo contrario, tomé a Leah por los hombros y empecé a zarandearla con violencia.
-Dime de qué diablos hablabas con mi padre antes de que se desmayara- le exigí furioso.
-Yo…. no puedo, es…… es personal- titubeo un poco avergonzada.
-No digas estupideces Leah, si en verdad fuera personal no habrías hablado de ello con Billy- señalé cada vez más molesto –Así que deja de mentir y dime la verdad.
-¡No puedo, le prometí que no diría nada!- exclamó con voz ahogada.
-¿Cómo puedes decir eso después de lo que pasó? ¿Cómo puedes hacerme esto? Dejé que te quedaras en mi casa a cambio de que cuidaras a mi padre no de que intentaras matarlo- le espeté zarandeándola aún más.
-Sabes que yo jamás le haría eso- contestó entre lágrimas.
Todos se habían puesto a nuestro alrededor. Estaban aterrorizados por mi actitud hacia Leah, pues yo jamás le había hablado así a nadie.
Incluso las enfermeras tenían miedo. Una de ellas tenía la mano sobre el teléfono, esperando el momento para llamar a la policía.
Pero tal vez no sería necesario hacerlo, ya que los chicos intentaban tranquilizarme.
-Jacob por favor piensa bien lo que estás haciendo- me advirtió Sam.
-Sí Jake, puedes arrepentirte de lo que dices- intervino Embry.
No hice caso de lo que me decían, aún cuando tenían razón. Sabía que después iba a arrepentirme por hablarle a Leah de esta forma pero en este momento nada de eso me importaba.
-Leah, si tienes un poco de gratitud conmigo por las cosas que he hecho por ti, dime de qué hablabas con mi padre- dije con toda la frialdad posible.
Ay cuanto necesitaba a Edward en este momento, así me ahorraría todo esto y él me diría la verdad.
Ella desvió la mirada, evitando a toda costa mirarme a los ojos. No iba a decirme nada, eso estaba clarísimo pero su actitud de “victima” solo provocaba que me enojara más y apretara sus hombros con mayor fuerza.
-Jacob suéltala, la estas lastimando- me ordenó Sam con su voz de alfa.
No obedecí, él ya no era mi líder y sus órdenes no tenían el mismo efecto en mí que en los demás.
Sam tenía razón al decir que lastimaba a Leah. Estaba consciente que si la apretaba solo un poco más, le partiría los huesos a la mitad. Pero yo jamás le haría algo así a ningún miembro de la manada y menos a ella por ser una chica.
Aflojé las manos un poco pero sin llegar a soltarla.
-Leah, te estoy esperando- la zarande con mayor fuerza.
Silencio. No hacía más que permanecer callada mirando al suelo y llorando.
Su silencio y sus lloriqueos me hacían enfurecer cada vez más. Sentía como el lobo que tengo dentro empezaba a salir a la superficie.
-Jake, hermano suéltala- me dijo Quil poniendo su mano en mi brazo.
-¡¡Contéstame Leah!!- le exigí furioso al tiempo que volvía a zarandearla.
Leah levantó la vista del suelo, pero no hacia mí, si no en dirección a la puerta.
Y lo que más me llamó la atención fue que su mirada se llenó de alivio, como si su salvación estuviera frente a ella.
Seguí la dirección de su mirada y de inmediato comprendí su alivio.
Nessie había llegado junto con Alice y Jasper. Me di cuenta que nos miraba confundida.
Sentí como Jasper me tranquilizaba y lentamente solté a Leah.
Inmediatamente Nessie vino corriendo y se lanzó a mi cuello.
-¿Jake, como está Billy?- preguntó en voz baja.
-No losé Ness, Carlisle lo está revisando- contesté con tristeza.
-Ya verás que todo va a estar bien
“Sí, todo está bien porque tú estás aquí a mi lado” quise decirle pero mi voz no salía. Con Nessie junto a mí era capaz de soportar cualquier cosa. Incluso la muerte de mi padre.
Unos minutos después de4 la llegada de Nessie, Carlisle salió a darme la peor noticia.
A Billy le quedaban solo unas horas o tal vez unos minutos de vida.
A pesar de que era consciente de eso, la noticia fue como si me cayera un balde de agua helada.
También me dijo que mi padre quería hablar conmigo, por lo que no perdí el tiempo y fui directamente a su habitación.
Al entrar empecé a llorar. No soportaba ver a Billy tendido en una cama y con toda clase de tubos y cosas pegadas a su débil cuerpo.
Me acerqué lentamente a él hasta sentarme en la silla que había a un lado de su cama.
-Papá despierta, ya estoy aquí- lo llamé entre lagrimas. Tenía un enorme nudo atorado en la garganta y por más que lo intentaba, éste no bajaba.
-Jake hijo, me siento muy mal- su voz era espera y podía notar el esfuerzo que hacía para hablar.
-¿Cómo que te sientes mal? Si tú nunca te has quejado- contesté intentado parecer divertido, sin embargo las lágrimas me delataban.
-Siempre hay una primera vez ¿no?- replicó con una pequeña sonrisa
-Dime qué fue lo que pasó- le supliqué tomando una de sus manos entre las mías.
-No puedo, es un secreto- dijo negando con la cabeza.
-¿Fue Leah verdad? Ella te hizo esto- repuse empezando a molestarme.
No era posible que él tampoco quisiera decirme nada.
-No hijo, Leah no tuvo la culpa de….
-¿Qué no tuvo la culpa?- exclamé poniéndome de pie –Ella estaba discutiendo de no sé qué cosa ¿y dices que no fue su culpa? ¡Leah sabía perfectamente bien que tu salud estaba empeorando y cualquier cosa podría mandarte directo al hospital pero eso no le importó en absoluto! – no pude contener más mi furia y exploté diciendo todo eso con lagrimas de rabia y dolor saliendo de mis ojos.
-Jake, la intención de Leah nunca fue lastimarme- aseguró mi padre en un tono un poco mas severo a modo de regaño.
-Yo no estoy muy seguro- murmuré
-Hijo, Leah no es mala, es solo que la vida la ha tratado muy mal y la ha vuelto muy amargada- me hizo señas para que volviera a sentarme. Lo obedecí y esta vez fue él quien me tomó la mano –Ponte en su lugar Jake, ella ha sufrido mucho desde que Sam se imprimó de Emily y ahora que dice estar enamorada de ti sufre aún más porque sabe que tu estas imprimado de Nessie y es como si la historia se repitiera, en donde al final ella volverá a quedarse sola y más amargada que antes- no pude evitar sentir lástima por Leah.
Mi padre tenía mucha razón, la vida de Leah ha sido muy dura desde lo que pasó con Sam.
-¿De eso discutían?- pregunté con suspicacia.
-De eso y de otras cosas que no debería decirte y aún así tendré que hacerlo porque no soy capaz de llevarme este secreto a la tumba, es muy importante que lo sepas.
-Entonces dímelo
-Antes tienes que prometerme que dejarás que Leah siga viviendo en la casa después de que yo muera- mi estomago se encogió –O al menos durante el tiempo que estés con los Cullen.
-Claro que sí papá- la verdad ni siquiera había pensado en echarla de mi casa –Pero tú no vas a morir, no me puedes dejar solo
-Nunca vas a estar solo Jake, los chicos van a estar contigo y sobre todo Nessie- señaló con lágrimas en los ojos.
-No será lo mismo papá- repuse con la voz ahogada –No puedes dejarme, no ahora que te necesito más que nunca
-Perdóname Jake, pero ya no tengo fuerzas para seguir luchando, estoy muy cansado- dijo acariciando mi mejilla con dificultad.
Puse la mía sobre la suya y recliné un poco más mi rostro en su mano.
-No te vayas Billy, te lo ruego, no me dejes igual que mamá- no podía controlar las lagrimas que salían de mis ojos.
No quería que mi padre muriera. Él era la única familia que tenía.
-No tienes idea de lo doloroso que es para mí decirte eso Jake- aseguró con los ojos llenos de lagrimas –Pero la verdad es que voy a morir y ni tú ni yo podemos hacer nada para impedirlo.
Era cierto, no podíamos hacer nada y por más que él luchara por vivir no lo lograría.
Solo quedaba la resignación y aceptar que mi padre moriría.
-Jake prométeme que nunca me olvidarás- me pidió en tono suplicante.
-Jamás te olvidaré papá- Billy abrió los brazos, invitándome a entrar en ellos y fundirnos en nuestro último abrazo. Un abrazo de despedida.
Lloramos como nunca lo habíamos hecho por mucho tiempo, hasta que me separó de él cuando ya estábamos más tranquilos.
-¿Sabes?, hoy iba a pedirle a Nessie que fuera mi novia- dije con una pequeña sonrisa –Pero creo que ya no lo haré.
-Ay Jake siento habértelo echado a perder- se disculpó con aspecto culpable
-Ah no te preocupes, ya tendré tiempo para hacerlo- aseguré intentando quitarle importancia al asunto.
Nos quedamos callados varios minutos hasta que decidí romperlo.
-¿Ya vas a decirme de que hablabas con Leah?- le pregunté secándome las lágrimas con la mano.
-Antes ve por Nessie, voy a hablar con los dos- lo besé en la frente y fui por Nessie.
No tenía idea de para que quería hablar Billy con Nessie pero pronto se aclararían mis dudas.
Emmett la tenía fuertemente abrazada y Rosalie le acariciaba el cabello.
-Ness, Billy quiere hablar contigo- dije estirando mi mano. De inmediato la tomó y regresamos a la habitación.
La conversación que Billy tuvo con nosotros fue la más hermosa que había tenido en toda mi vida, aunque también la más dolorosa.
En ocasiones mi fuerza flaqueaba y me soltaba a llorar, lo que provocaba que Nessie llorará aún más.
Cuando Billy habló de mis futuros hijos no pude evitar imaginarme a dos pequeños, un niño y una niña. Supe que Nessie pensó en lo mismo cuando se sonrojó.
Pensar que Billy no estaría en los mejores momentos de mi vida hacía que el corazón me doliera de tristeza.
Todo el tiempo vi la confusión de Nessie. Ella no tenía idea de lo que mi padre estaba hablando, pero yo sabía perfectamente bien que de forma sutil me decía que tuviera cuidado de Leah porque ella haría todo hasta lograr separarnos a Nessie y a mí.
¿A caso ese sería el secreto?
En el momento que dijo “habrá quien quiera separarlos” y no usó el plural supe que así era, y que hablaba solamente de Leah.
Jamás olvidaría esa conversación, sobre todo porque fue la última que tuve con el padre más maravilloso que pueda existir en el mundo.
Sus últimas palabras no solo se quedarán grabadas en mi mente sino también en mi corazón.
“Y pase lo que pase permanezcan juntos”
Esto lo dijo con su último aliento, con su último esfuerzo, intentando prevenirme de los problemas que nos esperaban.
Después de eso la vida de mi padre dio fin.
Ni siquiera intenté evitar que las lágrimas salieran una detrás de otra.
No servía de nada hacerse el fuerte. Nessie y yo nos abrazamos y lloramos desconsoladamente. Parecíamos una sola persona, fundidos en un abrazo lleno de un dolor inmenso e insoportable.
Llorábamos por lo que cada uno sentía y a la vez por el dolor del otro.
Por primera vez el dolor de cada uno era el dolor de ambos.
Había perdido al ser más importante en mi vida, mi padre. Pero tenía que seguir mi camino y lo iba a hacer en compañía de Renesmee.
Ahora solo ella era mi destino. La vida de mi padre había terminado, mientras que la mía apenas empezaba.
Y pasara lo que pasara, nunca me separaría de Renesmee. Nunca.
Tantas cosas por decir, por hacer, por sentir, por vivir, ahora carecían de importancia.
Me arrepentía de no haber pasado más tiempo con mi papá, de no haberle dicho todos los días cuanto lo amaba y necesitaba, de no haber hecho tantas cosas en su compañía, pero en todo caso de que servía arrepentirse cuando él ya estaba muerto y nadie podía regresármelo.
No cabe duda que uno nunca sabe cuanto tiempo de vida nos queda.
Pueden ser minutos, horas, días o años, pero las cosas pasan cuando menos te lo esperas y en el peor momento.
Así que lo único que nos queda es disfrutar cada segundo como si fuera el último de nuestra existencia a lado de las personas que amas.

SORRY POR NO HABERSELO SUBIDO AYER PERO ES QUE CUENDO LO IBA A HACER LLEGO MI MAMA Y ME DIJO QUE YA NOS FUERAMOS

BUENO AUN ASI ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO

AH UNA COSA SI QUIEREN DEJENME SUS CORREOS Y CUANDO SUBA UN CAPI LES MANDO UN MAIL PARA AVISARLES LES PARECE?

BUENO YA ME VOY Y ESPERO SUS COMENTARIOS OKI